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INDUSTRIA

El disco duro aguanta el empuje de la memoria 'flash' como almacén masivo

El dispositivo ha demostrado una sorprendente capacidad de evolución en sus cincuenta años de historia. Ha hecho desaparecer a la cinta magnética y va camino de sustituir a los discos DVD en las grabadoras de TV

Las memorias flash quieren rivalizar con los discos duros en el almacenamiento masivo de datos. Ahora, las memorias flash son omnipresentes en las cámaras digitales, reproductores de música, lápices de memoria y desde hace poco en los teléfonos móviles. El próximo objetivo es el ordenador portátil.

La memoria flash duplica su capacidad cada año aproximadamente mientras que el disco duro lo hace cada dos. Por unos 60 euros se puede comprar ahora un disco duro portátil de 160 gigabytes o una memoria flash de 8 gigabytes. Hacia 2014 habrá discos duros para portátiles con una capacidad unitaria de 1.024 gigabytes y memorias flash de 512 gigabytes por un precio similar.

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En los próximos cuatro años, por tanto, la supremacía de los discos duros en los portátiles y dispositivos que manejan muchos datos está asegurada. Más allá es una incógnita. El disco duro ha demostrado una sorprendente capacidad de evolución en sus 50 años de historia. Ha hecho desaparecer a la cinta magnética y va por el camino de sustituir a los discos DVD en las grabadoras de programas de televisión. Y los semiconductores, de los que forman parte las memorias flash, han alterado la forma de la sociedad en el último medio siglo.

La memoria flash y los discos duros son dos enemigos poderosos y, en cierto modo, comparten tecnologías.

El mercado mundial de discos duros será este año de unos 32.000 millones de dólares, mientras que el de memorias flash de 23.000 millones de dólares. Ambos son muy importantes, aunque concentrado en muy pocas empresas. Entre Seagate, Western Digital e Hitachi acaparan el 75% de las ventas de discos duros. Toshiba y SanDisk -que comparten fábrica- y Samsung tienen una proporción similar de las memorias flash.

Cada uno a lo suyo

Hasta ahora, discos y memorias se dirigían a un mercado de almacenamiento de datos distinto y tenían mucho terreno para expandirse. Los discos duros siempre han tenido su base en el ordenador de sobremesa y desde la década de 1990 en los portátiles. Con el cambio de siglo las aplicaciones de consumo han ganado terreno y ahora los discos duros externos de gran capacidad son la aplicación que más aumenta, como también las grabadoras de televisión.

La memoria flash, que se diferencia de la memoria RAM en que retiene los datos cuando se apaga el equipo, surgió a finales de la pasada década en forma de tarjetas para las cámaras de fotos e integrada en los lápices de memoria USB y los reproductores de música de bolsillo. Últimamente, la principal aplicación son los teléfonos móviles: un tercio de todas las memorias flash que se fabrican está dentro de un móvil.

Los discos duros de una pulgada y 1,8 pulgadas perdieron hace un par de años su pugna para estar dentro de los reproductores de música de bolsillo. Para copiar un archivo o una presentación, el lápiz de memoria no tiene rival; en cambio, para hacer una copia de seguridad de todo el contenido del ordenador no hay ahora nada mejor que un disco duro externo, sea de 3,5 o 2,5 pulgadas de diámetro. En las tiendas cuestan menos de 100 euros para una capacidad de 500 gigabytes.

A principios de esta década, parecía que el rápido incremento de la densidad de los discos duros, conseguida gracias a la tecnología de grabación magnética longitudinal, llegaba a su fin. En 2006, sin embargo, apareció la tecnología de grabación perpendicular, que es la que se aplica ahora, y no hay dudas de que se podrá seguir duplicando la densidad de grabación magnética cada dos años al menos hasta 2013. Desde 1956, en que IBM inventó el disco duro, la industria se las ha apañado para aumentar por encima de lo imaginable la densidad de grabación. En cada pulgada cuadrada caben ahora 250 gigabytes, lo cual hace que en un plato de 3,5 pulgadas pueda haber hasta 320 gigabytes y en uno de 2,5 pulgadas 160 gigabytes.

En el lado de las memorias flash, recientemente se han conseguido poner tres bites en cada célula de memoria y para finales de año cabrán cuatro bites en cada célula. Las reglas de diseño de la memoria eran hasta ahora de 56 nanómetros y ya son en estos momentos de 43 nanómetros. Como resultado, en cada memoria flash caben 16 gigabytes y en las que se harán a finales de este año habrá 32 o 64 gigabytes, dependiendo de si se ponen tres o cuatro bits en cada célula. Cada planta es capaz de fabricar cada mes 150.000 obleas de 300 milímetros de diámetro, con los millones de memorias que esto representa.

500 millones de unidades

Al igual que ha pasado en los discos duros, se pensaba hace un lustro que no sería posible conseguir estas densidades en memorias flash. La tecnología que lo ha hecho posible es la Nand del tipo MLC, que será la vigente hasta finales de esta década. Para después de 2011 se habla de la opción tridimensional o de poner ristras de diodos en paralelo.

Toshiba y SanDisk comparten las fábricas de memorias flash desde hace nueve años. La cuarta se empezó a construir el último trimestre del año pasado e iniciará la producción la segunda mitad de este año. Será entonces cuando se habrá decidido la construcción de una quinta planta, que supondrá una inversión de 8.000 a 9.000 millones de dólares, que se empezará en 2010 y acabará en 2011.

Este largo decalaje entre inversión y producción hace que ya se sepa de modo muy aproximado el volumen de memorias que habrá cada mes para vender durante los próximos cincos años, porque todos se conocen y saben de sus capacidades respectivas. La demanda, en cambio, es totalmente incierta. De ahí que los fabricantes de memorias no tengan más remedio que modular la oferta que tienen subiendo o bajando el precio.

Los fabricantes de discos duros tienen un poco más de margen de actuación en sus inversiones. Aun así, ya han desarrollado prototipos de discos duros que duplican la densidad actual y que se fabricarán dentro de cuatro años de forma masiva. Sus cifras de producción son de vértigo. Seagate anunció hace un par de semanas que ha fabricado 1.000 millones de discos duros desde que empezó en 1979 y que espera hacer otros 1.000 millones de unidades en los próximos cinco años. El año pasado se fabricaron en total 500 millones de discos duros, según Gartner, pero en 1990 el mercado no llegaba a los 30 millones de unidades en todo el mundo. Los pronósticos futuros sobre almacenamiento son, pues, muy aventurados.

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