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Reportaje:EL RINCÓN

Entre guitarras en el Madrid de los Austrias

"Estamos componiendo constantemente", afirma Eva Amaral. "Nunca grabamos algo que no nos convenza a ambos", dice Juan

Dice Eva Amaral: "Somos muy caóticos a la hora de componer", y apunta Juan: "Para nosotros hacer canciones no es un trabajo al uso, no es como ir a la oficina todas las mañanas de 8 a 3". Por eso el dúo maño-bilbaíno, ganador del último Premio de la Música al mejor álbum de pop por Gato Negro Dragón Rojo, un disco doble que vendió más de 110.000 copias en cinco meses, ha conformado un espacio propio en el centro de Madrid en donde ha juntado todo su equipo de sonido, más un pequeño pero práctico estudio de trabajo. "Antes trabajábamos en mi casa, pero poco a poco ha ido convirtiéndose en una leonera, con todo el equipo y los ordenadores en el pasillo", confiesa Juan. El cambio ha sido sustancial y para bien: dos salas en los bajos de un edificio histórico, con todo el sabor del viejo Madrid de los Austrias, con estatuas y parques a su alrededor, para que la rara placidez urbana rodee el continuo work in progress de esta pareja de obreros de la música, adornados con el vistoso ropaje de los triunfadores. Eva explica; "Nosotros estamos componiendo constantemente", y su compañero asevera: "No tenemos eso que llaman sequía creativa". Sin miedo al síndrome del folio -o la partitura- en blanco, la pareja rompe esquemas sexistas ya que "las canciones pueden venir de uno, de otro o de los dos. Lo que nunca hacemos es grabar algo que no nos convenza a ambos". A su alrededor sólo necesitan "guitarras, ya que, aunque el peso instrumental lo lleva más Juan", afirma Eva, "yo también toco y escribo canciones a partir de un riff, una rítmica o una figura musical". Eva además se ha comprado una batería, por puro placer y por partir también de ritmos básicos a la hora de pergeñar nuevos temas. Juan cuenta que ella es experta en sonidos de amplificador de guitarra y que con los ojos cerrados se siente capaz de adivinar cuál de los muchos que acumulan en el local está enchufado. Otra cosa que ambos necesitan tener cerca mientras trabajan es el calor de los amigos. Eva se retira antes y deja a Juan trabajar de noche: "Soy más noctámbulo que ella. Para eso y para todo". Trabajando de este modo consiguen salvar esos atascos lógicos que a veces se presentan a la hora de culminar canciones. Cuenta Juan: "El tema No soy como tú lo hicimos en Zaragoza antes de trasladarnos definitivamente a Madrid, hace más de quince años. Entonces no nos convencía. Pero, justo antes de Pájaros en la cabeza, Eva dio con la clave para rescatarlo, entonces lo indultamos y lo incluimos en ese disco". Aquí no se desecha ni se tira definitivamente nada porque vaya usted a saber lo que pasa en unos años.

Juan Aguirre y Eva Amaral, en su estudio de trabajo, en el Madrid de los Austrias.
Juan Aguirre y Eva Amaral, en su estudio de trabajo, en el Madrid de los Austrias.Bernardo Pérez

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