"La literatura no debe hacer política"
En 1993, Mempo Giardinelli obtuvo un reconocimiento a su larga trayectoria con el Premio Rómulo Gallegos por su novela Santo oficio de la memoria (Ediciones B). Vivió exiliado en México (de 1976 a 1984) durante la dictadura argentina y de vuelta a su país ha estado atento al proceso de éste desde la literatura y los artículos de prensa.
PREGUNTA. ¿De qué manera ha afectado la crisis económica a la literatura de su país?
RESPUESTA. Una crisis económica, o política, o social, y del tamaño de la que hemos vivido y aún vivimos, afecta a todos los campos de la vida, individual y colectiva. Cuando la vida de un país es sacudida y alterada, es ridículo pretender que su literatura no lo sea. La literatura no es ajena a lo que pasa en la vida de una nación. Y esto vale para todas las ramas del arte. La extraordinaria vitalidad que éste tiene en Argentina debe explicarse como una magnífica respuesta a esa crisis, que es de valores y de sentido. La literatura da un nuevo significado a todo, más allá de modas.
P. ¿Debe la literatura saldar cuentas sobre el exilio, la dictadura, la miseria urbana y la corrupción, tan tratados últimamente?
R. No, no debería hacerlo, pero lo hace. Y aunque es acertado el repertorio de la tragedia argentina que enumera la pregunta, también lo es que toda literatura en emergencia finalmente recala en la emergencia misma. Guste o no, la literatura tampoco está para hacer política y sin embargo la hace. De igual modo que no tiene por qué escribir la Historia, pero lo hace. W. M. S.
Mempo Giardinelli (Resistencia, Chaco, 1947). Fundó y dirigió la revista Puro Cuento (1986-1992). Es autor de La revolución en bicicleta, Final de novela en Patagonia (Premio Grandes Viajeros 2000) o Visitas después de hora (todas en Ediciones B).
