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Desde Akihabara | OPINIÓN
Columna
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De vehículo a vehículo (V2V)

Japón ha perdido inercia en la electrónica de consumo en los últimos años. Marcas coreanas y chinas se han comido mucho del mercado que antes dominaba Japón. En cambio, en la industria del automóvil, Japón ha pasado a ser el líder mundial indiscutible.

En la industria del automóvil, la siguiente revolución que se lleva cuajando desde hace varios años es la de la comunicación entre vehículos, conocida en inglés como V2V (vehicle to vehicle). En esta revolución están participando prácticamente todos los grandes fabricantes de coches del mundo. Se pretende que el protocolo para que los coches puedan comunicarse entre ellos sea universal.

Honda, Toyota y varias empresas de tecnología electrónica japonesas como, por ejemplo, Denso están desempeñando un papel fundamental en el desarrollo de la tecnología y de los primeros productos reales que se están preparando para invadir las carreteras en los próximos años.

Los sistemas V2V utilizan tecnologías ya asentadas, por lo que su introducción será bastante barata y fácil. Básicamente, un sistema V2V necesita información de la localización del vehículo que puede obtener vía GPS y también necesita comunicarse con otros vehículos cercanos. De esta forma, el sistema puede saber, por ejemplo, si el automóvil que estás conduciendo va a coincidir con otro coche en el siguiente cruce, aunque tú como conductor no tengas visibilidad. Es un ejemplo sencillo, pero las posibilidades a partir de ahí son casi infinitas.

Los coches podrán comunicarse entre sí y saber si el vehículo que va 200 metros más adelante está frenando bruscamente, o si en la siguiente curva cerrada hay un coche parado por alguna emergencia. O, llegado el caso, podrán tomar la decisión de reducir la velocidad autónomamente, si existiera una probabilidad elevada de colisión entre ambos coches.

En las carreteras de Hokkaido, al norte de Japón, es donde más pruebas se están llevando a cabo en este campo. Honda, Toyota y Mitsubishi presentan sus propuestas, reciben aceptación del gobierno japonés para poder hacer las pruebas y van evolucionando la tecnología.

La base de la tecnología V2V es la misma. Es fundamental que cualquier coche de cualquier marca se pueda comunicar sin problemas: todos tienen que hablar el mismo lenguaje. Lo que cambia es la forma en que cada coche avisa al conductor de los posibles peligros que se le avecinan en la carretera. Por ejemplo, Mitsubishi apuesta por el uso de avisos sonoros, Toyota prueba haciendo vibrar el asiento del conductor en caso de que haya una colisión inminente, y Honda apuesta por utilizar avisos visuales integrados en los espejos retrovisores.

No sólo empresas de automóviles se están apuntando a conseguir un trozo de la tarta de este nuevo mercado, también las grandes empresas niponas de telefonía móvil están analizando cómo jugar un papel importante. La idea es que, además de la comunicación entre vehículos, se pueda utilizar el mismo concepto para la comunicación entre peatones y vehículos.

¿Cómo se consigue esto? Pues, básicamente, es lo mismo. Un peatón con un móvil equipado con GPS está cruzando la calle un día de niebla cerrada. Se acerca un coche que se puede comunicar con el móvil del peatón, aunque el conductor del coche no pueda ver al viandante. El sistema de V2V le avisará de que hay un peatón cruzando la calle a 20 metros de distancia. La empresa de telefonía móvil que más está apostando por este tipo de soluciones es AU KDDI que ya prepara los primeros móviles que podrán comunicarse con coches, en colaboración con Honda, Subaru, Toyota y Mitsubishi.

Si, durante la última década, el GPS ha cambiado nuestra forma de conducir, en los próximos diez años la comunicación V2V permitirá que nuestros coches sean más previsores que sus conductores y que se entiendan entre ellos para hacer nuestras carreteras más seguras.

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