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Reportaje:Carreras & capital humano | TALENTOS QUE ARRIESGAN

Torres vigías para los niños en Internet

Danba manda avisos por 'mail' y móvil si los niños visitan 'webs' inadecuadas

Cristina Delgado

Cuenta la leyenda que en la región tibetana de Danba creían que un espíritu robaba el alma a los niños. Por eso los padres construían una torre vigía en casa, a la que añadían un piso cada vez que su vástago cumplía años. Dieciocho pisos más tarde, cuando el niño ya era adulto, su padre destruía la torre. Con el hierro de su estructura hacía una espada que regalaba a su descendiente para que, a partir de entonces, se protegiera por sus medios. Con esa misma idea, Luis Cangas, José Carlos Pavía y Alfonso Hermoso han creado Danba, cuyo símbolo es precisamente una torre vigía. Es un sistema para vigilar la navegación de los niños en Internet, sin grandes intrusismos, con el fin de enseñarles a usar la Red sin peligros.

El programa tiene catalogadas más de 20 millones de páginas "peligrosas"
Una vez descargado 'online', se 'cuela' en el navegador como un espía

"No nos gusta hablar de control parental, sino de información a los padres. Nuestro sistema no impide visitar webs ni espía lo que el niño escribe. Les deja libertad de movimiento, pero mantiene a los padres informados", explica Hermoso. "Los niños tienen que usar Internet, porque es parte de la sociedad actual y necesitan conocerlo. Pero hay que protegerlos", añade Cangas. Cobra importancia, dice, en un momento como el actual, en el que cada vez más pequeños tienen sus propios ordenadores, que utilizan desde sus propias habitaciones.

Según Pavía, los padres se asombrarían de lo que ven los chavales y de cuántas cosas ignoran sobre ellos. "Nada más crear el programa, propusimos a varios amigos que lo instalaran como piloto. Muchos, al principio, dudaban de su utilidad porque creían saber exactamente qué hacían sus niños en la Red. Pensaban que no les serviría de nada, pero se quedaron asombrados después de muy pocos días. Descubrieron cosas de sus hijos que no imaginaban", recuerda.

El sistema de Danba es sencillo: a través de su página web se paga una cuota anual de 60 euros que permite descargar el programa. Éste se cuela en el navegador y registra todos los movimientos que se hacen en la Red. Puede instalarse en varios ordenadores y existe una versión de prueba.

Cada día (o cada semana o mes, si se prefiere), automáticamente, con las visitas que no presentan peligro se realiza un informe que llega al correo de los padres, donde aparecen todos los sitios visitados, el tiempo de consulta y la hora. Si se selecciona un elemento de la lista, el programa va directamente a visitar esa dirección online. No permite espiar, sin embargo, el contenido de correos o mensajes privados.

Pero ¿qué ocurre si el menor entra en una web peligrosa? "Si está viendo una página de pornografía, anorexia o bulimia, sectas, apuestas, drogas, violencia... En ese mismo instante, a su padre o a su madre le llega un mensaje a su móvil", advierte Cangas. Para identificar estas páginas tienen un catálogo con más de 20 millones de páginas web consideradas como peligrosas sujeto a actualización diaria. En la web de Danba, además, hay varios foros a disposición de los padres y una sección elaborada por expertos, donde psicólogos, educadores e incluso un miembro de la Brigada de Investigación Tecnológica del Cuerpo Nacional de Policía aconsejan sobre cómo actuar en cuestiones de educación online infantil. "Intentamos orientar a los padres para que, una vez identificado el peligro, sepan cómo actuar", dicen sus creadores.

Mientras la actual versión está en marcha, los tres emprendedores ya ultiman los siguientes pasos: por un lado, trabajan para lanzar una versión enfocada a los colegios; por otro, formatos de Danba para otros dispositivos con acceso a Internet, como los teléfonos móviles.

La empresa que los tres socios han tardado algo más de un año en gestar, y cuya versión definitiva está disponible desde el pasado mes de abril, cuenta ya con más de 250 suscriptores. Antes de acabar el año esperan superar los 4.000. Los tres emprendedores, que han llevado a cabo una inversión económica de cerca de 200.000 euros, dedican ahora todo su tiempo a Danba. Antes de montar su propio negocio, todos se dedicaban al mundo del marketing. José Carlos Pavía ha puesto también su extenso conocimiento sobre el negocio web, ya que ha trabajado en empresas como eBay. Alfonso Hermoso y Luis Cangas conocen bien al público familiar, ya que ocuparon puestos de responsabilidad para la multinacional McDonald's, entre otras grandes firmas. Ahora comparten un despacho en el centro de Madrid, desde donde desarrollan su nuevo proyecto. Para las cuestiones técnicas cuentan con socios especializados.

Los creadores de Danba aseguran que el sistema, además de vigilar, sirve para conocer a los vástagos más allá del día a día. Los chavales, en muchas ocasiones, acuden a Internet en busca de respuestas a sus inquietudes. Viendo qué páginas visitan podemos saber más de ellos. Por ejemplo, qué tipo de música les gusta o si tienen alguna afición que pueda llegar a ser su profesión en el futuro.

"Los padres no están concienciados sobre la necesidad de saber qué hacen sus hijos en Internet. Nueve de cada diez menores navegan sin control. Tres de cada diez visitan páginas porno. La anorexia se fomenta en blogs... Danba no se basa en prohibir, sino en vigilar para conocer más a los hijos, para hablar con ellos y entender sus preocupaciones e intereses", zanja Pavía.

Perfiles

- Alfonso Hermoso, Luis Cangas y José Carlos Pavía llevan años en el mundo del marketing. Entre otras empresas, Hermoso fue directivo en eBay; Cangas y Pavía en McDonld's España. Desde hace dos meses se dedican a tiempo completo a desarrollar Danba.

Objetivos

- Ahora tienen cerca de 250 clientes, pero esperan superar los 4.000 a final de año. Trabajan en una versión para colegios, otra para móviles y buscan asociarse con operadores de Internet.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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