_
_
_
_
_

50.000 personas en España ignoran que tienen el VIH

Un 50% de los diagnósticos se da cuando la infección ya está avanzada

Alrededor de 50.000 personas en España no saben que están infectadas por el VIH. Esta cifra representa un tercio de las aproximadamente 150.000 que viven con el virus (el 80%, hombres). Como quedó patente ayer en un acto organizado por la ONG Apoyo Positivo, saber si se está infectado es un beneficio para la persona, para sus parejas y para los sistemas sanitarios. Para el afectado, porque desde el primer momento de la infección el virus influye en su salud, produce inflamaciones y daño neurológico. Además, se está privando de la posibilidad de acceder a los tratamientos, que en España son gratuitos y de fácil administración (lo normal es que sean tres pastillas en una toma al día).

Francia y EE UU se plantean ofrecer la prueba del virus a toda la población
Más información
De estigma a héroes de circo
Generación VIH
Los inmigrantes son un tercio de las infecciones por VIH
El Papa admite el uso del preservativo solo para la prostitución
Tomar antivirales antes de una relación protege parcialmente contra el VIH
La ONU registra un estancamiento del avance del sida en los últimos años
La Consejería de Sanidad valenciana elaborará un registro de infectados de VIH en 2011

Estos fármacos han evolucionado tanto que ya hay estudios y centros privados que recomiendan suministrarlos desde el primer momento, porque se ha visto que el posible riesgo de efectos secundarios y de aparición de resistencias es inferior al beneficio de evitar que la infección prospere. Esto, sin embargo, no es lo que se hace en los sistemas sanitarios públicos (sí en algunos privados) porque en el balance no entran solo los efectos sanitarios, sino que también hay que tener en cuenta el económico. Un tratamiento estándar para un paciente primerizo cuesta de 6.000 a 8.000 euros al año, y una vez que se empieza no se puede abandonar. Por eso -y más en este tiempo de crisis- las recomendaciones son esperar a que el sistema inmunitario empiece a debilitarse, pero no tanto como para que aparezcan infecciones oportunistas (las que no surgirían si la persona no tuviera el VIH, como algunos hongos o neumonías), y ese límite está actualmente en los 450 linfocitos CD4 por mililitro de sangre (lo normal en una persona sana es que este recuento esté entre 800 y 1.200).

En este aspecto de beneficio propio entra otro factor: aparte de los que no saben que tienen el VIH, están quienes se enteran tarde, cuando su sistema inmune ya está muy deteriorado.

Para ellos el peligro está en que pueden sufrir infecciones oportunistas, y que los antivirales funcionan peor, o pueden incluso fallar. Se calcula que de los 2.264 nuevos diagnósticos notificados en los seis primeros meses de 2009 en las 15 comunidades con registro, el 50% de los casos se trataba de personas que ya empezaban a sentir efectos adversos de la infección.

Otra ventaja importante de saber si se está infectado es que puede protegerse a las parejas. De hecho, se calcula que ese 30% de personas que no saben que tienen el VIH son la fuente del 70% de las transmisiones del virus, según una estimación del Grupo de Estudio del Sida (Gesida) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

Por último, los sistemas sanitarios también se benefician si todos los afectados saben que lo están, porque permite actuar antes, de manera preventiva, y se evitan hospitalizaciones y medicaciones aún más caras. Incluso una de las herramientas emergentes, las pruebas rápidas, aunque son más caras, podrían ayudar al respecto. Ya hay varias ONG que las hacen y, en algunas comunidades, como el País Vasco y Cataluña, las ofrecen las farmacias. En Madrid, los centros de salud del distrito centro (donde está la zona de Chueca, considerado el barrio gay, y otras zonas con muchos inmigrantes) también tienen un programa para hacerlas. Tienen la ventaja para el usuario de que en 20 minutos se conoce el resultado.

Precisamente la promoción de la prueba es el objetivo de la campaña que, con motivo del día mundial de la lucha contra el sida que se conmemora hoy, ha presentado el Ministerio de Sanidad. El objetivo es que quienes hayan tenido una relación de riesgo (la transmisión sexual supone un 80% de los nuevos diagnósticos de VIH, según los últimos datos del registro estatal que engloba a 15 comunidades) se hagan la prueba. Para ello, Sanidad cuenta este año con que convencer a los sanitarios detecten a quienes estén en esta situación, y les indica que sugieran que se hagan la prueba todas las embarazadas; quienes tengan una hayan padecido una enfermedad de transmisión sexual, tuberculosis o hepatitis viral; los que quieran dejar de usar el preservativo con una pareja estable; y los que hayan tenido una relación desprotegida con alguien.

La preocupación no es solo española. En Europa, el Centro de Control de Enfermedades (ECDC) calcula que hay 850.000 personas que viven con VIH, de las que 255.000 no lo saben. De hecho, países como Francia y Estados Unidos se plantean que la prueba de detección del VIH se ofrezca a toda la población. Algunos estudios apuntan a que si se hiciera la prueba a toda la población y se tratara desde el principio a quienes dieran positivo, en 50 años se habría acabado con la pandemia.

La infección por el virus del VIH se mantiene estabilizada en España, aunque hay un "repunte" entre el colectivo homosexual. Es uno de los datos que hoy serán analizados con motivo del Día Mundial del Sida. Se estima que en España entre 120.000 y 150.000 personas están infectadas por este virus.Vídeo: AGENCIA ATLAS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_