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Alemania cierra mil granjas por usar piensos tóxicos

Millones de huevos contaminados han sido distribuidos

El escándalo de piensos contaminados por dioxinas en Alemania es más grave de lo que se creyó en un principio. Del 12 de noviembre al 23 de diciembre se distribuyeron entre 25 fabricantes de piensos unas 3.000 toneladas de grasas no aptas para la alimentación de animales. De estas empresas salieron entre 30.000 y 150.000 toneladas de piensos contaminados con dioxinas, que fueron utilizados en granjas avícolas y porcinas. Tras detectar estos productos, la CE activó el Sistema de Alerta Rápida de Alimentos y Piensos de la Comisión Europea.

Estas grasas, fabricadas por una empresa de biodiesel llamada Petrotec, salieron al mercado para uso técnico. Las compró el intermediario holandés Olivet. La Fiscalía investiga cómo pudieron llegar a la comida que se da a animales destinados al consumo humano. Las grasas industriales son más baratas que las aptas para el consumo, así que la ministra de Alimentación, Ilse Aigner, daba ayer por "improbable" que llegaran a los pesebres sin que mediara la intención criminal de algún comerciante.

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Ayer, la policía alemana inspeccionó la fábrica de piensos Harles&Jentzsch, en el Estado federado (Land) de Schleswig-Holstein. También hubo registros en Baja Sajonia y detenciones de algunos convoyes de transporte. Se han cerrado más de 1.000 granjas y pocilgas en todo el país. Los piensos contaminados que llegaron a las granjas bastan para alimentar a decenas de millones de animales durante semanas. Cientos de miles, seguramente millones, de huevos con dioxinas están en circulación en Alemania. Se estima que unos 136.000 fueron exportados a Holanda.

Es difícil saber en qué estanterías han terminado estos productos. En Turingia se utilizaron 52 toneladas de piensos contaminados para alimentar a un número indeterminado de cerdos que, según se cree, ya han sido vendidos, y casi medio millón de huevos contaminados llegaron a Baviera desde Baja Sajonia. El Gobierno de Renania del Norte-Westfalia publicó los números con los que pueden identificarse los huevos probablemente contaminados y el Ministerio de Consumo pidió ayer a las empresas afectadas que ofrezcan datos para localizar los alimentos distribuidos.

Un portavoz de la Asociación del Comercio de Alemania dijo que la concentración de dioxinas "no supone un riesgo agudo para la salud" de quienes consumen huevos. Pero las asociaciones de consumidores alertan, sobre todo a niños y embarazadas, contra el consumo de huevos y de carne de ave o cerdo. Las dioxinas no son inmediatamente tóxicas, pero son cancerígenas a medio o largo plazo.

Un operario analiza muestras de huevos en Baja Sajonia (Alemania).
Un operario analiza muestras de huevos en Baja Sajonia (Alemania).GETTY

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