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Alerta: la droga gana 'glamour'

La ONU atribuye a los famosos la banalización del consumo - La nueva generación de jóvenes no heredó el susto de los estragos de la heroína - ¿Cuál es la responsabilidad de los medios?

Voluntariamente o no, los traficantes de drogas cuentan con publicistas de excepción. Las mismas caras que promocionan discos, películas o perfumes son, muchas veces, las encargadas de banalizar el consumo de estupefacientes, según señalaba ayer la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), un grupo asesor de la ONU.

"El hecho de que haya personajes famosos que 'aprueben' los estilos de vida relacionados con las drogas reviste especial importancia cuando se intenta disuadir a los jóvenes de que las consuman, ya que la juventud suele ser la más vulnerable al culto de la fama y al glamour que la rodea", afirma la JIFE.

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La tendencia vive un agravante: la nueva generación de jóvenes no ha vivido de cerca el estrago que causó la heroína en los años setenta y ochenta, por el sida o sobredosis o adulteraciones. El susto de sus padres no lo han heredado, y la imagen de artistas enganchados y llenos de glamour les llega amplificada. En España hay un ligero repunte de su consumo (son el 0,5% de los escolares, cuando hace cuatro años era el 0,1%), pero inhalada en vez de inyectada, lo que les transmite una falsa sensación de seguridad. También se ha producido un desplazamiento a sustancias como la cocaína (primera causa de ingreso en instituciones), cuyos efectos se ven a más a largo plazo.

Los ejemplos de primeras figuras que abusan de las drogas son frecuentes. La semana pasada, Back to black, segundo disco de la artista británica Amy Winehouse, se aupó al primer puesto de las listas de ventas españolas. El álbum se publicó en España en marzo de 2007. Pero entonces Winehouse sólo era una cantante de soul londinense, cuyo compacto había sido producido por el técnico de moda, Mark Ronson, y hoy es una figura porque ha ganado cinco premios Grammy, pero, sobre todo, por sus problemas con las drogas. Su figura escuálida, sus salidas de tono, su consumo de cocaína sobre el escenario han llenado portadas. Además es un icono estético y quién sabe si en un modelo de comportamiento.

El informe de la ONU dice que la prensa glamouriza estos hechos. "Hay tantos tratamientos sobre las drogas como medios. En muchos casos lejos de ensalzarlo está satanizado. No sé si la ONU tiene una directriz muy clara. Y me da la impresión de que lo que quieren es pasarle el muerto a otro", dice Sabino Méndez, miembro fundacional de Loquillo y Los Trogloditas, banda de la etapa salvaje de La Movida. Méndez documentó su carrera -adicción incluida- en su libro Corre Rocker.

"En ni caso, siempre ha dependido de la iniciativa del periodista. Cuando hablabas con un chico recién salido de la facultad sabías que el tratamiento iba a ser banal. Se me preguntaba: '¿Tú has tenido problemas con la droga?' Bueno, yo siempre recomiendo no hablar de la droga, sino de las drogas, y, en segundo lugar, sí tuve problemas, pero en algún sentido me hicieron más sabio. Ojo, no las recomiendo, el precio a pagar es muy alto, pero tampoco hay que olvidar la frase de Keith Richards: 'Yo no he tenido problemas con las drogas, he tenido problemas con la policía por causa de las drogas". Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones, es un nombre recurrente cuando se trata el tema. El músico reconoció haberse esnifado las cenizas de su padre. Pero ha cambiado. En unas declaraciones a la revista Uncut afirmaba: "Deja las drogas. Ése es ahora mi consejo para los jóvenes que toman ese tipo de cosas. Que las abandonen. No vale la pena". A los 64 años, Richards se ha convertido en la imagen de Louis Vuitton.

Él fue el modelo de jóvenes rockeros como Leiva, cantante de Pereza, uno de los grupos madrileños más exitosos. "Cuando éramos más jovencitos salíamos a tocar pasados y luego lo contábamos. Y desde entonces cargamos con esa imagen. Ya no es cierto. A veces he ido a entrevistas cansado porque había estado trabajando. Y el titular era Leiva llega de enganchada. Es injusto. Un chaval está más resguardado ensayando que en la calle", dice Leiva.

¿Y el papel de la prensa? "Es parte de la mojigatería reinante. Siempre ha habido artistas o literatos que se drogaban y nadie les juzgaba. Y ahora se pone en la picota a Kate Moss por consumir cocaína. Se la intenta aislar. Y es cuando más campañas consigue. Culpar a las revistas de estilo de vida de mitificar el consumo y de convertir a los artistas que las toman en héroes es tan injusto como culpar a las revistas de moda de potenciar la anorexia", dice Javier Ángulo director de la revista GQ.

"Hace 40 años, cuando se funda en Estados Unidos Rolling Stone, las drogas formaban parte de la contracultura y eran tratadas de forma muy distinta", dice Pedro Javaloyas, director de la edición española del mensual. "Hoy tenemos un cuidado exquisito en no publicar imágenes en las que los músicos aparezcan colgados, con pintas de haber consumido. En conjunto la prensa española debería tratarlo con más responsabilidad".

Dentro de la industria, se reparten responsabilidades. Es el caso de Javier Liñán, histórico cazatalentos y directivo. "En España los medios lo utilizan de una forma muy amarilla. Pero hay cierta complicidad del artista. Por ejemplo ¿Crees que Pete Doherty se mete más que otros? No. Y si fuera más listo nadie se hubiera enterado. Él juega con ello y la prensa lo explota".

El mundo del rock se ha construido sobre el lema de vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver. Si exceptuamos a The Beatles, que también le dieron a las anfetaminas y a los alucinógenos, la mayoría de los mitos tuvieron una vida, y, muchas veces una muerte, estrechamente relacionada con la adicción: Jimi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, Elvis Presley, Sid Vicious, de los Sex Pistols o Kurt Cobain. Incluso los hermanos Wilson, fundadores de ese grupo aparentemente cándido que era los Beach Boys, tuvieron su largo periodo intoxicado. "Es una cosa que se magnifica desde fuera. Todo eso del sexo drogas y rock and roll es una cosa muy caduca. Nosotros fuimos teloneros de New York Dolls hace un año y no sé como sería en 1972, pero ahora lo máximo que había en el camerino era cerveza y comida vegetariana", dice Mario Vaquerizo, de Las Nancys Rubias y representante de celebrities.

Pero que unos famosos tomen drogas no basta para frivolizar esta actividad. Hace falta que esta conducta se haga pública. En España, existe desde 2005 el Foro la Sociedad y las Drogas, donde participan Sanidad, ONG y medios de comunicación, entre ellos EL PAÍS. ¿Deben los medios informar o educar? Al final se llegó a un compromiso: "Los medios de comunicación no pueden mostrarse indiferentes ante un problema de salud como es el consumo de drogas. Deben ejercer su responsabilidad social como creadores de opinión" También se elaboró un decálogo.

Otra cosa es que se cumpla. "Hay dos mundos, el que se dedica sólo a la información que da una imagen generalmente negativa" de las drogas, y otro, que es el de "la ficción o las revistas para jóvenes", donde a veces estos mensajes se pierden, afirma Alejandro Perales, presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación.

La división fue tan clara que el Plan Nacional sobre Drogas creó tres grupos: medios de comunicación, guionistas y música. El modelo acaba de ser presentado a la UE como pionero. Todos reconocen que no es fácil. "Si un personaje famoso deja las drogas, se está dando el mensaje de que no pasa nada; es una fase que se puede superar", indica Perales. "Pero si luego vuelven te cargas la idea de la reinserción", añade.

Para las asociaciones que tratan con consumidores, lo peor es la ambigüedad. "En un mismo medio pueden salir en unas páginas artículos y debates en los que se demoniza" el consumo de sustancias, "y en otra sección se difunden visiones normalizadas del consumo de drogas o que incitan a risa", afirma el presidente de la Unión Española de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (Unad), Luciano Poyato.

Además, adecuar el mensaje es difícil. Una portavoz del plan Nacional sobre Drogas afirma que "los mensajes han mejorado". ¿Lo suficiente? "No, pero no se puede cargar todo sobre los medios. Están las familias y la responsabilidad individual", afirma. Parece que algo se está logrando: el aumento de la percepción de riesgo por parte de los jóvenes, y la disminución del consumo que recoge la última Encuesta Escolar sobre Drogas (de 2006), lo apuntan.

La cantante londinense Amy Winehouse se ha hecho famosa tanto por sus cinco grammys como por sus abusos de las drogas.
La cantante londinense Amy Winehouse se ha hecho famosa tanto por sus cinco grammys como por sus abusos de las drogas.

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