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Astrónomos de la NASA descubren que la Vía Láctea tiene sólo dos brazos espirales

Imágenes del 'Spitzer' obligan a revisar el mapa de la galaxia, a la que hasta ahora se le atribuían cuatro brazos principales

Nuevas imágenes obtenidas por el telescopio espacial Spitzer de la NASA han arrojado luz sobre la verdadera estructura de la Vía Láctea. Las instantáneas han revelado que la galaxia tiene dos brazos principales de estrellas en forma de espiral, y no cuatro, como durante décadas se había pensado, informa la agencia espacial en su página web.

Un equipo de científicos estadounidenses se ha servido de las imágenes infrarrojas del Spitzer, capaz de traspasar el polvo, para obtener información detallada del denso y alargado bulbo de estrellas que la Vía Láctea posee en su centro. Los científicos, gracias a 800.000 instantáneas, han observado que el bulbo se extiende más allá de lo que se creía hasta ahora.

Según los primeros modelos de la estructura de la galaxia, basados en las observaciones de gases, ésta tenía cuatro brazos principales de estrellas, denominadas Norma, Scutum-Centauro, Sagitario y Perseo, informa la NASA. Ahora el grupo de Benjamin ha constatado una densidad estelar mayor en Scutum-Centauro y Perseo que no aparece en el caso de Sagitario y Norma, lo que confirma que la Vía Láctea está compuesta de dos brazos únicamente: Scutum-Centauro y Perseo, señaló el investigador Robert Benjamin, de la Universidad de Wisconsin, en EE UU. Los brazos menores (Norma y Sagitario) están compuestos principalmente de gases y pequeñas zonas de formación estelar.

Repensar la galaxia

Benjamin asegura que el Spitzer "ha aportado un nuevo punto de partida para comenzar a repensar la estructura de la Vía Láctea". El científico, que ha presentado los resultados en una rueda de prensa durante un encuentro de la Sociedad Astronómica Norteamericana en St. Louis, indicó que los astrónomos "revisarán la imagen que tenían de la galaxia al igual que los antiguos exploradores corregían continuamente el mapa del mundo".

"Durante años, se crearon mapas de toda la galaxia basadas en estudios parciales o empleando solo un método. Por desgracia, cuando se compararon las figuras de distintos grupos de estudio, nunca coincidían", explicó Benjamin. "Ahora podemos unir estos brazos, como si fueran piezas de un rompecabezas y podemos establecer su estructura, posición y ancho por primera vez", agregó.

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