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La Liga cambia los horarios del fútbol tras las protestas de los clubes

Audiovisual Sport y Mediapro mantienen el conflicto sobre la explotación de los derechos

Margalef carecía de competencias para actuar en nombre de AVS, propietaria de los derechos televisivos del fútbol, y tampoco tenía legitimidad para lanzar una propuesta a la Liga. "No tiene poderes para ello", explicó de manera tajante AVS, empresa participada por Sogecable (80%) y TV-3 (20%). Margalef ocupaba el cargo de director general a propuesta de la televisión autonómica catalana. Cesó en el puesto el pasado 7 de septiembre, una destitución que estaba pendiente de ser formalizada en una reunión del Consejo de Administración.

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La actuación de Margalef provocó ayer una reacción inmediata de la Liga, que acogió con aplausos una propuesta que, según aireó a bombo y platillo a través de su página web, implicaba la vuelta al modelo tradicional de explotación del fútbol, la recuperación de los horarios que habían estado en vigor durante los últimos diez años y permitía fijar los horarios de las próximas jornadas.

Ese acuerdo fantasma entre AVS y Mediapro venía a garantizar la emisión de un partido en abierto en La Sexta (cadena cuyo principal accionista es Mediapro), otro codificado (domingo, 21.00, en Canal +) y el resto en taquilla a través de Digital + y operadores de cable como Imagenio y Ono. Paralelamente, la Liga hacía público el cambio en los horarios decretados el día anterior y evitaba que los ocho encuentros del domingo (incluido el Valladolid- Real Madrid, cuya retransmisión correspondía a Canal +) se disputaran a las 20.00. Con este agrupamiento horario, la Liga intentaba boicotear el partido de Canal +, que en los últimos diez años ha difundido su partido dominical a las 21.00 y sin que fuera contraprogramado desde otros estadios.

Clubes como el Betis y el Osasuna se rebelaron ayer contra la maniobra de la Liga. Directivos de estos equipos remitieron sendos faxes al presidente de la LFP, José Luis Astiazarán, en los que recuerdan que AVS es la empresa concesionaria de sus derechos. Al tiempo, reclaman que el horario de los partidos que se celebrarán en sus estadios el próximo domingo se fije a las 17.00. El Osasuna apela a "la normal y pacífica" explotación de los derechos, mientras que el Betis "ruega" a la Liga que se abstenga de establecer los horarios de forma unilateral. La entidad que lidera Ruiz de Lopera afirma que con este tipo de actuaciones, la LFP "causa un grave perjuicio a la explotación de los derechos audiovisuales de nuestro club".

Otros clubes, como el Real Madrid, insistieron en el cumplimiento del contrato con Audiovisual Sport y manifestaron su intención de disputar los partidos en los horarios que establezca AVS. En la misma línea se pronunció el Getafe, mientras que otros equipos consultados por este periódico, como Atlético de Madrid, el Villarreal o el Valencia, afirmaron que la situación era "muy confusa".

La cadena de confusiones se disparó después de que la Liga fijara ayer los horarios nuevos horarios de las dos próximas jornadas y agradeciera a AVS y a Mediapro "los esfuerzos que están realizando para solucionar el conflicto surgido entre ellas". La patronal de los clubes agregó que se mantiene "a la entera disposición de ambos para buscar una solución definitiva".

La Liga subrayaba que Mediapro asumía "plenamente" la propuesta remitida por Margalef. Pero Audiovisual Sport recordó que el cesado director general no realizó ninguna propuesta "para recuperar la estabilidad en la explotación existente con anterioridad al inicio de la presenta temporada".

El conflicto no se reduce a los horarios de los partidos. AVS mantiene que Mediapro vulneró el pacto firmado hace un año por ambas compañías cuando la productora catalana, presidida por Jaume Roures, firmó sus propios contratos con varios clubes (Valencia, Villarreal, Levante y Sevilla) y al margen de AVS. Además reclama un pago de 58 millones de euros, una deuda que Mediapro ha ido aumentando con el tiempo y ahora alcanza los 70 millones.

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