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TRIBUNALES

Dos exportadores de fruta, condenados a 6 años de cárcel y 1.000 millones de multa

Francisco Luis Linares Martínez de 43 años, y su hermano Manuel Miguel de 34, dedicados a la exportación y comercíalizaci6n de productos frutícolas, especialmente naranjas del País Valenciano, han sido condenados a penas de seis años y un día de cárcel y multa de 1.000 millones de pesetas a cada uno con autores de un delito monetario continuado. La sentencia ordena que se investigue a funncionarios y directivos de Banesto por las posibles responsabilidades criminales en que pudieran haber Incurrido.

José Vicente Almerana, director de la sucursal del Banesto de Malsafasar (Valencia), que materializaba las operaciones bancarias, de acuerdo con los dos hermanos ha sido condenado a un año de prisión y multa de 500 millones. El tribunal ha considerado que para él era de aplicación la atenuante de obediencia debida incompleta, llamada también "obediencia profesional bancaria".Según la sentencia, Francisco Luis Linares constituyó en Holanda en 1969 la empresa Ronillo Fruit B.V. que se dedicaba a comercializar las frutas que importaba de Valencia. En septiembre de 1977, se constituyó en San Isidro de Benagiver (Valencia) la entidad Agro-Exportaciones SA, dedicada a la compra de productos hortofrutícolas a los labradores levantinos y su exportación al extranjero. Una de las fundadoras de la empresa es Marcela Castillo, esposa de Francisco Luis Linares.

Francisco empleó a su hermano Manuel como gerente de Ronillo Fruit, en Holanda, mientras que él asumió el cargo de presidente y consejero delegado de Agro-Exportaciones. Ronillo era la principal compradora de Agro-Exportaciones.

Rueda de talones

Para hacer frente a las dificultades económicas que Agro Exportaciones atravesaba, los hermanos se pusieron de acuerdo con el director de la sucursal del Banesto para realizar una rueda de talones. Ronillo financió a Agro-Exportaciones, sin ninguna clase de autorización, mediante anticipos monetarios representados por remesas de talones en florines. Almerana abonaba los cheques librados por Ronillo en la cuenta de Agro-Exportaciones de forma instantánea y antes de obtener la preceptiva conformidad. Así, la empresa española obtenía disponibilidad de moneda nacional por la conversión de los florines, lo que le permitía afrontar pagos, deudas y otras operaciones y mantener una solvencia económica ficticia, que no procedía de disponibilidades propias.

Al mismo tiempo Agro-Exportaciones libraba talones a favor de Ronillo en florines holandeses, que emitía el Banesto a cargo de sus corresponsables extranjeros, lo que también repercutía favorablemente en la financiación de Ronillo. Estas actuaciones sin control oficial ascendieron entre el 15 de noviembre y el 31 de diciembre de 1984 más de seis millones de florines, equivalentes a más de 301 millones de pesetas. Previamente y bajo el pretexto de pago de fletes terrestres internacionales, cuando los portes los realizaron transportistas españoles, obtuvieron divisas por importe del equivalentes a 534 millones de pesetas.

Respecto a Almenara, el Tribunal precisa que comprende los humanos afanes de un joven director, de complacencia con clientes que beneficiaban económicamente al banco, que redundaría en su ascensión profesional y por ello le aplica la atenuante, ordenando la investigación de sus superiores que no le desautorizaron.

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