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Reportaje:Los efectos del calentamiento

Barro y piedras en los Alpes

La cordillera vive el otoño más cálido en 50 años y en Francia y Austria se han anulado pruebas de la Copa del Mundo de esquí

La nieve sólo ha llegado a las más altas cumbres de los Alpes, y eso porque muchas de sus estaciones de esquí tienen cañones de nieve artificial. Si en España es preocupante, en los Alpes, con una enorme industria dependiente del esquí en varios países, el problema es enorme. En Suiza y Austria hay muchos estudios sobre el impacto del calentamiento sobre este deporte, gran fuente de ingresos para esos países.

En Suiza, "la situación es difícil, pero no llega a ser trágica", según el servicio meteorológico de la televisión suiza. Ayer comenzó a nevar por encima de los 2.200 metros, nevadas que está previsto que continúen hoy y mañana. Por debajo de esa cota, las altas temperaturas impiden que la nieve cuaje. Hasta ahora, los suizos sólo han visto la nieve sobre los glaciares y la de los cañones de las estaciones que están abiertas. En mayo, Suiza intentó cubrir un pequeño glaciar para frenar su deshielo. Los glaciares europeos han perdido un 25% de su superficie en 30 años.

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La situación es similar en Francia. En sus más de 100 estaciones de esquí entre los macizos alpino, pirenaico, el de los Vosgos y el Central, el manto de nieve es insuficiente para garantizar una buena temporada de esquí. Para el próximo jueves está previsto que el viento del norte empiece a soplar y que bajen las temperaturas. Hasta ahora, los Alpes han vivido el octubre y el noviembre más cálidos de los últimos 50 años.

Los cañones de nieve están dispuestos en todas las pistas, pero las altas temperaturas los hacen inoperantes. Sólo es posible esquiar en los glaciares, a más de 3.000 metros de altura, de estaciones como Tignes o Alpe d'Huez. En Val d'Isère han anulado ya las pruebas de esquí del campeonato del mundo previstas para los días 9 y 10 de diciembre, pero se mantiene la esperanza de que no salten de calendario las del 16 y 17 de diciembre. En los Pirineos, los 530 cañones de nieve de Font Romeu esperan poder entrar en acción. En los Vosgos y el macizo Central, la escasa nieve de hace una semana no ha sobrevivido a las altas temperaturas ni a la lluvia posterior.

En Austria, con más de 20.000 hectáreas de pistas, esperan nieve a partir del sábado por encima de los 700 metros. Pero los expertos temen que caigan las primeras grandes nevadas sin un fuerte descenso previo de las temperaturas. Alexander Podesser, del Instituto de Meteorología de Estiria, explicó que "si el suelo no está helado y la nevada cae sobre húmedo, la nieve se desliza más fácilmente por falta de estabilidad, y tendremos mayor peligro de aludes durante el invierno".

La inauguración de la Copa del Mundo de esquí, el 28 de noviembre, fue anulada en la estación de Sölden. Las altas temperaturas (hoy martes oscilarán entre 8 y 16 grados centígrados) obligaron a aplazar la apertura de la mayoría de las estaciones de esquí. Sólo muy pocas, en las más altas regiones de Tirol, Viorarlberg y Salzburgo, ya funcionan con nieve artificial. Los austriacos esperan la nieve con impaciencia, pero no desesperan, a pesar de que el esquí es el deporte nacional y un factor económico esencial. El año pasado, de Navidad a Semana Santa, se registraron casi 60 millones de pernoctaciones de 14 millones de huéspedes. Aunque el invierno se hace esperar, el sector se muestra "optimista" por las abundantes reservas.

Esta información ha sido elaborada por Octavi Martí, Rodrigo Carrizo y Julieta Rudich

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