_
_
_
_
_

Benedicto XVI dirige el Vía Crucis en el Coliseo con la mirada puesta en China

Miles de fieles siguen la tradicional ceremonia, con la que la Iglesia rememora la Pasión y Muerte de Jesucristo

El Papa Benedicto XVI dirigió anoche, bajo una incesante lluvia, el rezo del Vía Crucis alrededor del Coliseo romano con la mirada puesta en China y en los cristianos que sufren persecución a causa de su fe en todo el mundo.

Benedicto XVI, al inicio de la tradicional ceremonia, señaló que "los Coliseos se han multiplicado a través de los siglos, allí donde nuestros hermanos, en varias partes del mundo", en continuación de la Pasión del Señor, "vienen aún hoy duramente perseguidos".

"Con nuestros hermanos perseguidos de todo el mundo iniciamos llenos de emoción este camino por la vía dolorosa" que Jesús recorrió un día "con tanto amor", agregó ante miles de fieles, que acudieron al Coliseo, a pesar de la lluvia, para presenciar esta ceremonia, con la que la Iglesia rememora la Pasión y Muerte de Jesucristo. La ceremonia fue transmitida en 39 países del mundo por un total de 61 televisiones.

Las meditaciones, redactadas este año por el cardenal y arzobispo de Hong Kong, Zen Ze-kiun, hablan de una Iglesia que "está atravesando la hora tenebrosa de la persecución", ante la que el cristiano tiene "miedo". "Vuelve a nosotros la tentación de agarrarnos a los medios fáciles que conducen al éxito". "Haz que no tengamos miedo del miedo", reza el texto.

Los encargados de leer en voz alta las meditaciones fueron la actriz Paola Pitagora y Orazio Coclite, mientras que el cardenal y vicario del Papa para la diócesis de Roma, Camillo Ruini, abrió la comitiva llevando la cruz de madera durante la primera estación.

También portaron la cruz una religiosa de Burkina Faso, una familia romana, una discapacitada, que realizó el recorrido en silla de ruedas junto a dos acompañantes, dos monjes de la Custodia de Tierra Santa, y un joven chino, entre otros.

El Papa no llevó la Cruz

El Papa no llevó la Cruz tal y como estaba previsto, sino que sólo la recibió al final de la ceremonia. Acto seguido dirigió unas palabras a los presentes, a quienes invitó a dejarse "interpelar" por la cruz de Jesús y permitir "que ponga en crisis nuestras certezas humanas".

"Para Él no hay diferencia de raza o cultura" sino que "ha muerto para abrazar a la entera humanidad". "La Cruz nos hace a todos hermanos y hermanas", resaltó el Romano Pontífice, que concluyó agradeciendo la "paciencia" a los miles fieles que se habían congregado bajo la lluvia para seguir la ceremonia.

Como cada año, la meditación del Vía Crucis fue publicada a principios de esta semana por la editorial vaticana con 14 ilustracones de la Pasión y Muerte de Jesús en su interior y cuyos personajes tienen rasgos asiáticos. Entre otros temas, el texto destaca el dolor de las mujeres y su "inmensa capacidad de aguante en medio del sufrimiento". Ellas "sufren a causa de los hombres, sufren por sus hijos", destaca el cardenal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_