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Crisis sanitaria

Bruselas ofrece ayudas solo por el 30% de lo perdido por la 'E. coli'

España y otros ocho países rechazan la propuesta y obligan a la Comisión a revisarla al alza - Los dirigentes alemanes creen que el brote ha tocado techo

El rumano Dacian Ciolos, comisario de Agricultura, acudió hecho un brazo de mar y lleno de optimismo a la reunión extraordinaria de ministros del ramo para discutir sobre las indemnizaciones por el desbarajuste provocado en Europa por la crisis sanitaria de la bacteria E. coli, que ha matado a 23 personas e infectado a 2.700. "Voy a proponer 150 millones de euros", declaró al llegar a Luxemburgo. La propuesta, que cubría del orden del 30% de las pérdidas, recibió un estruendoso abucheo. Ciolos fue devuelto a los corrales y hoy presentará otra cifra. España y otros ocho países han reclamado que las indemnizaciones cubran del 90% al 100% de las pérdidas, lo que podría suponer del orden de 450 millones. "No creo que el presupuesto permita llegar al 100%", advirtió el comisario. En España, cuyos pepinos fueron señalados erróneamente por Alemania como fuente del brote, los precios de productos de la huerta como tomates, lechugas y pimientos verdes han caído hasta un 13,12% con respecto a mayo de 2010, según datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

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Los ánimos estaban encrespados ayer en Luxemburgo, no tanto con la Comisión como con Alemania, que tampoco había hallado anoche rastro de la bacteria letal en las muestras recogidas en su explotación sospechosa. El comisario de Sanidad, John Dalli, arremetió contra el Gobierno de Angela Merkel, aunque sin citarlo, por la gestión de la crisis. "Es crucial que las autoridades nacionales no se precipiten al dar información sobre el origen de la infección que no esté comprobada con análisis bacteriológicos porque ello crea un miedo injustificado en la población y problemas para nuestros productores de alimentos dentro y fuera de la UE", afirmó. Ya lo había dicho el día anterior ante los ministros de Sanidad de los Veintisiete reunidos en Luxemburgo: "Hay que lanzar las alertas solo cuando hay datos científicos".

Pero ayer tocaba indemnizaciones. "Los Estados han dado justificaciones y han pedido que esa cifra sea revisada al alza", explicó Ciolos después de que su propuesta se rechazara. "Me he comprometido a revisarla y a plantear una mejora sustancial, equilibrada y justificada". Eso satisfizo el frente de los airados, con España a la cabeza. Son nueve (Alemania, Bélgica, Francia, Dinamarca, Grecia, Países Bajos, Portugal y Polonia, además de España), en los que la presencia germana se explica por las pérdidas y el deseo de escapar a indemnizaciones a terceros si se le pueden imputar a Bruselas. "Hay que dar una respuesta europea a un problema europeo", justificó Ilse Aigner, la ministra federal alemana de Agricultura. Los nueve ministros suscribieron una carta en la que reclaman que las compensaciones cubran entre el 90% y el 100% de los daños y sugieren que como referencia se tomen los precios medios de las campañas 2008-2010.

"No creo que el presupuesto permita llegar al 100%", apuntó Ciolos, quien hizo notar que para los agricultores agrupados en asociaciones gremiales, alrededor de un tercio del total, hay también previstos procedimientos de indemnización. Rosa Aguilar, la ministra española, insistió en que "todos los productores sin excepción", estén asociados o no, deben recibir ayudar.

La Comisión analizará qué productos recibirán ayudas. Pepinos, tomates y lechugas han sido los más afectados, pero también es posible que se incluya entre los acreedores de ayuda a los productores de calabacín, pimientos y zanahorias, aunque se tendrá en cuenta qué hortalizas aguantan mejor el almacenamiento. La nueva propuesta de la Comisión será presentada hoy mismo para que la próxima semana sea aprobada por los Gobiernos de la Unión. Eso permitiría efectuar desembolsos a finales de mes.

Aguilar explicó que España ha solicitado a las autoridades germanas que participen activamente en las venideras campañas de promoción para que los alemanes vuelvan a admitir en su mesa productos españoles. La ministra Aigner ya hizo algo en esa línea en una declaración de la pasada semana.

En un debate celebrado en el Parlamento Europeo, los diputados españoles ofrecieron el raro espectáculo de estar unidos con independencia de su color político. Francisco Sosa Wagner, de UP yD, dio la nota de color al esgrimir un pepino para enfatizar su parlamento. Al socialista Antonio Masip le llamó la atención que en Alemania no hubiera dimitido nadie pese a las dramáticas circunstancias de todo el caso. Arremetió contra la canciller: "Es intolerable el trato de Merkel a los países del sur". La popular Esther Herranz pidió para el sector hortofrutícola español compensaciones como las que a finales de los ochenta se liberaron para compensar por la crisis de las vacas locas.

Los alemanes se centraron en las víctimas: "Lo peor ya ha pasado y el ritmo de nuevas infecciones ha disminuido", aseguró el ministro de Salud alemán, Daniel Bahr.

Una enfermera atiende a un paciente infectado por la bacteria <i>E. coli</i> en un hospital de Luebeck, al norte de Alemania.
Una enfermera atiende a un paciente infectado por la bacteria E. coli en un hospital de Luebeck, al norte de Alemania.MARKUS SCHOLZ (EFE)

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