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El caro incidente de la chatarra en Cádiz

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) español ha reconocido en la reunión celebrada la pasada semana en Dijon sobre seguridad de las fuentes y materiales radiactivos la relación entre el incidente en el que se quemó chatarra radiactiva (con alguna fuente de cesio 137) el pasado 30 de mayo en el alto horno de la empresa Acerinox en Los Barrios (Cádiz) y la nube contaminada que afectó a varios países europeos en fechas posteriores. Según la cronología de los hechos presentada en la reunión por su consejero José Ángel Azuara, las consecuencias sobre la salud humana no son importantes, aunque se ha encontrado un ligero incremento de cesio 137 en seis trabajadores de los aproximadamente 400 examinados, y las consecuencias ambientales en los países europeos afectados han sido mínimas. Sin embargo, las consecuencias ambientales en España son consideradas importantes, así como sus repercusiones económicas. En primer lugar, por la cantidad de tierras contaminadas: en total, aproximadamente 1.000 toneladas, debido al traslado de polvo contaminado a dos empresas diferentes situadas a varios centenares de kilómetros de la factoría de Acerinox.El coste total del incidente, por otra parte, se calcula, según las cifras expuestas por Azuara en Dijon, en más de 25 millones de dólares (3.500 millones de pesetas), y eso sin tener en cuenta el posible efecto sobre el valor de las acciones en bolsa de Acerinox.

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En cuanto a las repercusiones sociales en España, el consejero del CSN reconoce que el impacto negativo del incidente ha sido importante y subraya que las mayores críticas recibidas por este organismo se han debido a la percepción por la opinión pública de un cierto retraso en la presentación de la información. "En esta situación,", comentó en Dijon, "es una equivocación olvidar que proporcionar información a los medios es casi tan importante como el tratamiento del problema ya que ambos aspectos pueden tanto reducir como aumentar la alarma social".El CSN subraya que el retraso en conocer y comunicar el incidente ha contribuido a agravarlo, aunque la empresa no puede considerase legalmente responsable de ninguna falta, a pesar de que tardó siete días en comunicar la primera alarma, la dada por un arco detector a la entrada de uno de los camiones que había trasladado el polvo. El CSN, por tanto, espera nuevos incidentes de este tipo, aunque asegura que se están tomando medidas para que sean los menos posibles.

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