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Carrascosa apela al Supremo de EE UU en el caso por la custodia de su hija

La abogada valenciana está acusada de ocho delitos por interferencia de custodia y otro por desacato de una orden judicial

María José Carrascosa, la abogada española involucrada en una compleja batalla legal relacionada con la custodia de su hija en Estados Unidos, apeló ayer al Tribunal Supremo de este país para que se pronuncie sobre su caso. El abogado de Carrascosa, Scott Finkenhauer, comunicó ayer al juez Donald Venezia, que instruye el caso penal contra la española, que su cliente decidió presentar ese nuevo recurso ante la máxima instancia de la Justicia estadounidense. Ante esa evolución del caso, el juez Venezia aplazó hasta el 5 de febrero de 2009 el inicio del juicio contra Carrascosa, de 42 años y que se encuentra en prisión desde noviembre de 2006, pero advirtió que no admitirá nuevos aplazamientos en este caso.

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La española está acusada de ocho delitos por interferencia de custodia y otro por desacato de una orden judicial. Carrascosa llegó al tribunal con más de dos horas de retraso sobre el horario previsto, vestida con el habitual traje verde de preso y encadenada de pies y manos, aunque con buen aspecto e incluso sonriente al ver la presencia de medios de comunicación españoles en el estrado en el que suele colocarse el jurado. Tanto la Fiscalía como el abogado de la defensa explicaron la presentación del recurso ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos, la siguiente instancia después de que el pasado 20 de marzo la Corte Federal de Apelaciones rechazara su petición de hábeas corpus.

El derecho de hábeas corpus es uno de los principios básicos de la Constitución de Estados Unidos que protege a las personas contra la detención ilegal. Finkenauer, en declaraciones a Efe, explicó que su clienta se sentía "fuerte", pese a llevar en prisión diecinueve meses "porque sabe que está ahí por una razón: no para perder el tiempo, sino para proteger a su hija".

Más tiempo

Al término de la vista, que duró unos diez minutos, el abogado declaró que su cliente estaba satisfecha y que "obviamente está muy contenta por haber obtenido más tiempo para llevar a cabo los trámites que desea realizar". La vista de ayer tuvo lugar en una sala prácticamente vacía en la que sí estuvo presente el cónsul general de España en Nueva York, Juan Manuel Egea, quien al terminar la vista conversó con el abogado de Carrascosa interesándose por los aspectos legales de esta nueva fase del proceso.

Hasta ahora, la abogada española ha logrado retrasar el juicio en este caso que inició la fiscalía del condado de Bergen, con la esperanza de que una decisión pendiente de un Tribunal federal, sobre una apelación que había planteado, pudiera dar un vuelco al proceso penal que afronta. Sin embargo, ese tribunal rechazó el 20 de marzo la petición de "hábeas corpus" con la que la española trataba de poner fin a su encarcelamiento y en mayo desestimó también varios recursos en los que Carrascosa solicitaba una revisión de su caso. A pesar de los continuados reveses en diferentes instancias judiciales en EEUU, la familia Carrascosa ha seguido solicitando ayuda en diferentes ámbitos en España para resolver este complejo asunto e incluso ha pedido audiencia al Papa Benedicto XVI, para explicarle el caso y el sufrimiento que ocasiona a María José. La familia y su nuevo abogado en España, Marcos García Montes, han alegado además que los representes legales del ex marido, Peter Innes, presentaron documentos falsificados ante tribunales de EEUU, por lo que dijeron que preparan varias querellas.

Matrimonio truncado

Innes y Carrascosa se casaron en España en 1999 y en abril el año siguiente nació Victoria Solenne en Secaucus (Nueva Jersey). A comienzos de 2004 la pareja se separó y en octubre de ese año las partes suscribieron un acuerdo que establecía para Innes tiempos de visita con la niña y otros aspectos de la relación de ambos padres con la pequeña.

También se determinaba que la madre o el padre no podían salir de EEUU con su hija o alejarse más de 144 kilómetros del domicilio familiar sin el consentimiento escrito de la otra parte, según consta en documentos judiciales. En junio de 2005, Carrascosa y su hija, sin el permiso o el conocimiento de Innes, viajaron a España, en donde la niña permanece con la familia materna. Un año después, un juez estableció el divorcio de ambos, concedió al padre la custodia de la hija y ordenó a la madre que devolviera a Victoria a EEUU y gestionara en España la devolución de sus pasaportes (español y estadounidense), retenidos por un juzgado. También prohibió a Carrascosa -que había regresado a EEUU ese año- abandonar Nueva Jersey hasta cumplir con lo ordenado y advirtió que, en caso contrario, se emitiría una orden de detención y sería encarcelada hasta que la pequeña fuera devuelta a este país.

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