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Cataluña aumenta el horario de los maestros en el aula y acaba con la sexta hora de clase en la escuela pública

El Ejecutivo catalán pondrá fin a la igualdad de horas de clases entre escuelas públicas y concertadas que arrancó en 2006

La Generalitat de Cataluña quiere que los maestros estén más tiempo en el aula. Desde el curso que viene los maestros y los profesores de secundaria darán una hora semanal más de clase. Los maestros pasarán de 23 a 24 horas y los profesores de secundaria de 18 a 19. La medida la ha anunciado esta mañana la consejera de Enseñanza, Irene Rigau. El horario total de los docentes no variará. En concreto, se reducirá en una hora semanal el tiempo que ahora dedican los profesores a otros menesteres en el centro, como tutorías o reuniones. El horario total seguirá siendo de 37,5 horas a la semana. También plantea la Generalitat que sea necesario tener 59 años para reducir el horario de clase cuando ahora se puede a partir de 55. La Generalitat quiere debatir estas medidas con los sindicatos, las familias y las entidades educativas, pero también avisa de que sacará adelante medidas con o sin acuerdo.

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Una segunda medida anunciada ayer consiste en suprimir, salvo excepciones a determinar, la sexta hora diaria de clase en todas las escuelas públicas. Esa hora, que no es lectiva, se dedica a reforzar conocimientos, se empezó a impartir en 2006 en todos los cursos e igualó a las escuelas públicas con las concertadas que ya impartían seis horas diarias.

El aumento del horario de clase de los docentes y la eliminación de la sexta hora servirán, según la Generalitat, para centrar los esfuerzos en los centros y alumnos con mayor fracaso escolar, que ronda el 30%. Además, la consejera de Enseñanza considera que cuatro años después de que el anterior Gobierno tripartito aplicara la sexta hora de clase en las escuelas públicas, no se perciben mejoras en los resultados de los alumnos al final de la primaria. Las últimas pruebas muestran que entre el 25% y el 30% de los alumnos de último curso de primaria no asumen las competencias básicas para pasar de etapa.

El Pacto por la Educación, firmado por la Generalitat, sindicatos, familias de alumnos y ayuntamientos, previó en 2005, aunque no se llegó a cumplir, que la sexta hora de clase en los centros concertados la pagaría la Generalitat, ha recordado Rigau. CiU, ahora en el Gobierno catalán, estaba entonces en la oposición. Por eso la consejera de Enseñanza lazó ayer: "Lo que no fue realidad para los que lo firmaron [el pacto por la educación] que no nos lo pidan ahora a los que no firmaron". Preguntada porqué no insta también a los centros concertados a reducir de seis a cinco horas sus clases en primaria, Rigau dijo que la Ley Organica de la Educación autoriza a estos centros a establecer actividades extraescolares.

Aún así, la Generalitat afirma que en pocas semanas dará a conocer los centros públicos donde se seguirá impartiendo la sexta hora. A fecha de hoy no hay datos sobre porcentajes ni sobre el número de alumnos que la seguirán haciendo. Rigau añadió que dependerá del nivel absentismo, del nivel de abandono escolar, de la tasa de graduación y de la composición del alumnado de los centros. También podrá haber algunos centros donde la sexta hora no desaparezca para todo el alumnado.

Los partidos de izquierda que salieron hace tres meses del Gobierno catalán, ya han adelantado su posición a la desaparición de la sexta hora. Esta ampliación del horario fue exhibida como un avance por la izquierda, los sindicatos y las familias hace cuando se empezó a aplicar. Pese a que estas medidas se aplicarán en plenos recortes presupuestarios, la consejera de Enseñanza asegura que no tendrán impacto presupuestario. "No ahorramos nada, pero tampoco gastaremos más. Nos reorganizamos". Los sindicatos temen, en cambio que peligre la entrada de interinos y sustitutos. De momento, la Generalitat ha anunciado hoy que los sustitutos deberán haber trabajado al menos nueve meses para cobrar la mensualidad de julio. Ahora solo necesitan seis meses.

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