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Combatir la deuda para salvar la sanidad

Un estudio apela a reducir costes y potenciar las relaciones con el sector privado

El principal problema del Sistema Nacional de Salud es la deuda que genera y arrastra año tras año. Aflorar este déficit y acabar con él es el punto de partida para abordar y resolver el resto de problemas de la sanidad como reducir los costes, mejorar el rendimiento o estrechar la colaboración con el sector privado.

Estas son algunas de las conclusiones del informe Diez temas candentes de la sanidad española para 2011, el momento de hacer más con menos, elaborado por la consultora PricewaterhouseCoopers. El documento recoge reflexiones de un grupo de expertos entre los que se encuentran los ex ministros Julián García Vargas y Ana Pastor, y presidentes y directores generales de grupos hospitalarios, aseguradoras, empresas de tecnología o consejeros de sanidad, entre otros.

El déficit de la sanidad española es de entre el 10% y el 15% de los presupuestos de sanidad de las comunidades autónomas (59.738,14 millones en 2010), según distintas estimaciones que recoge el estudio. Se trata de entre 10.000 y 15.000 millones de euros entre la deuda reconocida y la oculta en forma de facturas no pagadas, una situación que es especialmente grave en Andalucía, Madrid y la Comunidad Valenciana. El "fracaso histórico del modelo de financiación en España" que solo funciona a base de saneamientos periódicos "que consisten en poner el contador a cero para, inmediatamente, generar más deuda" es la causa que explica esta situación, según el documento. Tradicionalmente, desde los gobiernos autonómicos se ha sido demasiado tolerante con los departamentos sanitarios que siempre han gastado más del dinero que se les presupuestaba. Y el resultado ha sido que se haya consolidado una práctica continuada de "salirse permanentemente de la lógica de las cuentas públicas", sobrepasando los presupuestos por sistema.

Ello se explica porque la sanidad "no está acostumbrada a hacer esfuerzos de gestión, el crecimiento del gasto es constante (más demanda, nuevas tecnologías más caras), los políticos no colaboran con su doble lenguaje de prometer todas las prestaciones mientras recortan el presupuesto y el sistema de gestión es difícil de controlar por estar descentralizado". La solución pasa por gastar "solo lo imprescindible si no queremos ver un deterioro progresivo de la calidad de las prestaciones o limitar la introducción de tecnologías de alto valor en medicina", sostiene el informe. "Habrá que discernir sobre el modelo que queremos y sobre la sanidad que nos podemos permitir".

Entre las medidas a tomar, las comunidades autónomas deben poner en marcha "programas de reducción de costes y mejoras del rendimiento del sistema. Respecto a los recursos humanos, se debería combatir el absentismo, desarrollar medidores de productividad de las plantillas, ajustarlas, simplificar las organizaciones o introducir incentivos a los trabajadores.

Además la consultora apela a recortar las estancias evitables "que cuestan un gasto aproximado de 400 millones al año", evitar la duplicidad de pruebas, llegar a acuerdos a largo plazo con proveedores, centralizar las compras y los almacenes externalizar los servicios "que no aportan valor".

El estudio también defiende que es "un momento de oportunidad para la colaboración público-privada", ya sea en la gestión privada de los servicios públicos, un modelo extensamente desarrollado por la Comunidad Valenciana, como otros "basados en la participación de capital privado en empresas públicas del sector sanitario".

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