Condenado a un año de prisión un ginecólogo por la muerte de un bebé

La titular del juzgado de lo Penal número 9 de Barcelona ha condenado a un año de prisión a un ginecólogo del hospital de Sant Boi de Llobregat por un delito de homicidio imprudente al considerarle responsable de la muerte de un feto al que asistió durante el parto. La sentencia también le condena a indemnizar con 125.000 euros a los padres de la criatura. El médico ya fue condenado tan sólo dos meses atrás a la pena de 45 días de multa como autor de una imprudencia con resultado de muerte por unos hechos similares al actual.

La juez considera probado que el 4 de diciembre de 2005 el ginecólogo, que responde a las iniciales de S.T.O, asistió por la mañana a una mujer embarazada, quien tuvo que regresar al hospital seis horas más tarde al encontrarse a punto de dar a luz. A pesar de que el feto presentaba síntomas claros de sufrimiento -se encontraron aguas meconiales tras la rotura de la bolsa de líquido amniótico-, el médico optó por la evolución natural del pacto y no ordenó una cesárea. Tras otra exploración de la paciente hacia las 21 horas de ese día, se detectó descenso de la frecuencia cardiaca del feto por lo que el ginecólogo "de modo imprudente" decidió administrar oxitocina a la mujer para acelerar el parto lo que provocó un incremento del sufrimiento fetal. Ante esta situación, el facultativo realizó un forceps en el paritario lo que agravó la situación del feto. Finalmente, a las 21,50 horas se practicó una cesárea a la madre. Sin embargo, el bebé presentaba ya una profunda depresión respiratoria, apnea primaria y dilatación de pupilas, que no se contraían con la luz.

El bebé fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos pero falleció el 7 de enero de 2006.

El ginecólogo aceptó en el juicio la pena de un año de prisión solicitada por el Ministerio Fiscal, a la que no se opuso el abogado de la familia, perteneciente a la asociación Defensor del Paciente.