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Confirmada la condena a una 'ikastola' por matonismo escolar

La sentencia considera que debió "atajar inmediatamente" el acoso a una alumna

La Audiencia Provincial de Álava ha confirmado la sentencia impuesta por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Vitoria a la ikastola Olabide por el acoso "grave" y "continuado" que sufrió una alumna de 13 años durante el curso 2001-2002 por parte de un grupo de compañeros de su misma aula. En una sentencia conocida en marzo, el juzgado condenó al centro, ubicado en la capital alavesa, a pagar 12.000 euros de indemnización a la familia de la menor por los daños morales sufridos y por la "descoordinación" con que actuó la dirección de la ikastola cuando tuvo noticias por parte de la alumna de lo que pasaba.

La Audiencia de Álava ha desestimado ahora el recurso del colegio, un centro concertado que funciona en régimen de cooperativa de padres, y reitera que debió "atajar inmediatamente" el caso. En su fallo, recuerda que la niña acosada puso en conocimiento de la tutora las agresiones que sufría, "hechos graves, constitutivos de infracciones penales". "Por mucho que el tema del hostigamiento escolar no tuviera la trascendencia social que tiene ahora, sustancialmente la gravedad era la misma en aquel tiempo y en éste", añade la Audiencia alavesa.

Los hechos por los que se condena al colegio se remontan al curso 2001-2002 cuando la víctima cursaba segundo de ESO. Según la sentencia, un grupo de alumnos "ultrajaba" a la menor "escupiéndola, golpeándola y tocándole los pechos, las nalgas y los genitales". Las vejaciones solían producirse en el descanso entre clase y clase. Uno de los integrantes del grupo acosador vigilaba por si aparecía un profesor y el resto hostigaba a la joven.

El fallo del Juzgado de Primera Instancia es uno de los primeros que trascendió en España sobre la violencia en las aulas. Llegó pocos meses después de la alarma social provocada por la muerte de Jokin, el adolescente de 14 años que se suicidó en septiembre tras sufrir las agresiones de sus compañeros del instituto de Hondarribia (Guipúzcoa) durante meses. Esa alarma ha ido en aumento con la muerte de Cristina, una joven estudiante de 16 años que se suicidó la semana pasada en Elda (Alicante).

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