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Críticas del 'lehendakari', silencio de los párrocos guipuzcoanos

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, llegó a su diócesis precedido de polémica y no logra apartarse de ella. Sus desafortunadas declaraciones sobre el terremoto de Haití -es más grave "la situación espiritual" de España que la tragedia que viven los haitianos- provocaron ayer una catarata de críticas. Fundamentalmente de políticos, porque los párrocos guipuzcoanos, preventivamente hostiles con el nuevo prelado, se decantaron mayoritariamente por el silencio.

"Son unas palabras tan incomprensibles, que aunque estuviera dentro de una entrevista más espiritual que otra cosa, están tan lejos de la realidad y de ese humanismo que tiene que tener el cristianismo, que estoy convencido de que hoy [por ayer] tendrá que salir a rectificarlas", dijo el lehendakari Patxi López en una entrevista en la cadena SER. No las rectificó, lo que hizo fue matizarlas tras un día en el que escuchó reacciones como ésta de la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano: "Hasta su aspecto físico es desagradable pero, lo que no sabíamos es que Munilla es un obispo sin alma".

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Paradójicamente, los curas guipuzcoanos, aquellos que más le criticaron tras conocerse su nombramiento, prefirieron mantenerse al margen del "revuelo mediático" para evitar que empeore la delicada situación que vive la Iglesia guipuzcoana, según aseguró el arcipreste Edorta Kortadi. Al ser cuestionados por este diario sobre las controvertidas declaraciones de Munilla, un misionero se atreve a descalificarlas abiertamente: "Está mal dicho. Es verdad que hay grandes males en el mundo, pero no es oportuno compararlos ahora con una tragedia tan enorme y dolorosa". Pero la respuesta que más se repite es: "No tengo nada que comentar" o "yo no soy quién para enjuiciarle", como dice Kortadi.

Kepa Susperregui, párroco y arcipreste de Azpeitia, opina que Munilla hubiese estado más acertado si, al referirse a los daños del país caribeño, hubiese dado cuenta de "los medios que está canalizando la Iglesia de Guipúzcoa para ayudar a Haití". Cáritas de esta provincia, dependiente de la diócesis, ha enviado una ayuda de 100.000 euros para los damnificados. Munilla también ha hecho una llamada para que en las próximas fiestas patronales de San Sebastián (el 20 de enero) las familias hagan un ejercicio de "austeridad solidaria en favor de quienes están sufriendo en aquel país".

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