El Defensor del Pueblo investiga de oficio las carencias de las instalaciones escolares

Año tras año, una "deficiente planificación" de las Administraciones educativas provoca la existencia de barracones escolares, la habilitación como aulas de espacios que no están concebidos para ello (desde una biblioteca a un comedor o un trozo de pasillo) o el aumento del número de alumnos por clase (ratios), incluso, por encima de lo que marca la ley. Y todo ello "incide negativamente en la calidad" de la educación.

Así lo afirma el Defensor del Pueblo en una nota en la que explica por qué ha iniciado una investigación de oficio ante las comunidades y el Ministerio de Educación para conocer la situación en cada autonomía (puede llegar a variar enormemente entre ellas) y "proponer las medidas correctoras que resulten adecuadas", dice el texto. La institución, dirigida provisionalmente por María Luisa Cava de Llano, hará el estudio durante este curso.

Este trabajo ayudará a arrojar un poco de luz a un problema muy diluido por la dispersión de cifras entre las comunidades. Sin embargo, aunque no se puedan ofrecer datos globales, sí hay situaciones que dan pistas sobre lo que el Defensor del Pueblo se va a encontrar.

En cuanto al problema de los barracones, dos ejemplos: en Cataluña empezaron este curso con 1.057 instalaciones de este tipo, y en la Comunidad Valenciana, con 913. Esta última comunidad también ofrece ejemplos de las llamadas aulas joroba (las que se colocan en habitaciones que no son clases, como comedores o bibliotecas): solo en la ciudad de Valencia se han autorizado 600 plazas escolares en este tipo de aulas.

Sin embargo, quizá el mayor problema se puede estar dando con unas ratios de alumnos por clase que están aumentando de forma generalizada en toda España, según una portavoz del sindicato FETE-UGT, en muchos casos, por encima de lo que marca la ley. Se trata de que los recortes por la crisis económica en el sistema educativo (menos profesores interinos, menos desdobles, etcétera) han llegado justo en un curso en el que el alumnado de las enseñanzas no universitarias ha crecido en más de 140.000 chicos y chicas con respecto al curso anterior. Sobre todo, ha crecido en Educación Infantil, en FP y, aunque en menor medida, también en Bachillerato, y es en estos ciclos donde se podrían estar dando las mayores aglomeraciones.

Las ratios establecidas en la ley son de 25 alumnos por aula en el segundo ciclo de Educación Infantil (de tres a seis años) y en Primaria (de 6 a 12); de 30 alumnos, en Secundaria (de 12 a 16); y de 35, en Bachillerato (16-17). En FP, depende de las características de las distintas titulaciones.