Descenso de las escuelas públicas en EE UU
El sistema educativo de Estados Unidos, con 81 millones de estudiantes, está dividido entre la educación pública, financiada a través de los impuestos de los ciudadanos y los presupuestos federales y estatales, y las instituciones privadas. Una tercera opción son las escuelas charter, casi con tantos recursos como las privadas pero con un coste mucho menor.
El Gobierno federal, que cuenta con un presupuesto de 77.000 millones de dólares (56.000 millones de euros) anuales, es el encargado de financiar la enseñanza y establecer los requisitos educativos mínimos del proceso a todos los niveles. Sin embargo, la educación pública estadounidense nunca es completamente gratuita: las familias deben cubrir los gastos de las actividades extraescolares, libros, material y, en algunos casos, hasta el uso de aulas especializadas.
El número de centros públicos ha descendido en Estados Unidos en las últimas décadas. Si en los años 30 había casi 250.000 escuelas públicas -para edades entre 3 y 18 años-, en el año 2009 quedaban 98.000, aunque siguen acogiendo al 90% de todos los estudiantes. En cuanto a las escuelas privadas, más de 33.000, suponen la cuarta parte de todos los centros norteamericanos, pero solo acceden a ellas uno de cada 10 estudiantes, según el Centro Nacional de Estadística.
Los 18 millones de universitarios y estudiantes de postgrado se enfrentan a una división similar. Mientras que un alumno de un centro público invierte unos 20.000 euros al año en una licenciatura, en una entidad privada debería pagar 29.000 euros. En total, el coste de un título universitario -con una duración de cuatro años- asciende a 58.000 euros en las instituciones públicas y a 117.000 en las privadas. La mayoría de los estudiantes financia su educación con préstamos -tanto del Gobierno como de entidades bancarias- y becas.
