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Descifrar los códigos vascos

Mikel Azurmendi retrata en una novela los últimos 60 años de Euskadi - También ofrece una guía para interpretar la política

El antropólogo y escritor Mikel Azurmendi (San Sebastián, 1942) alumbra Vademécum del ciudadano (Editorial Hiria) como una mochila provisionada de víveres con que "deambular por el pesaroso meandro de la política de nuestro país". Durante la presentación del libro ayer, en el Koldo Mitxelena de San Sebastián, Azurmendi, que fue miembro de ETA durante los años 60, citó el prefacio del libro como tema de actualidad donde plantea el final de ETA y el giro de la izquierda abertzale.

"Dicen que ya es el comienzo del fin, que esta vez la van a hacer de manera verificable, dicen y dicen, pero sin jamás decir lo mal que estaba todo lo que hicieron", escribe el autor al comienzo de las 105 páginas que sirven, sobre todo, para abrir interrogantes sobre las fallas en las que se cimienta la sociedad vasca y sirve de recordatorio, más para disuadir que para persuadir. "Disuadirles de que la ciudadanía vaya a plegarse a ellos y haga concesiones y de que vaya a haber olvido. El panfleto persigue disuadir también a quienes nunca perdonarán. Porque, claro que la ciudadanía sabrá perdonar cuando con atrición y contrición se le pida perdón!, a la ciudadanía le interesa incluirlos, no tenerlos ya más al margen", señala el autor.

Aurrekoetxea presenta en el acto el primer libro de Estética en euskera
"El átomo político de la violencia 'abertzale' es étnico", dice el antropólogo

Azurmendi, que fue el primer portavoz del Foro de Ermua y fundador de ¡Basta Ya!, ha estado siempre en el objetivo de ETA por su postura crítica con el nacionalismo vasco y su entorno, recordó ayer su condición de ex etarra y su incomprensión hacia la forma de actuar de la banda terrorista. Ya no le tiembla el pulso al decir: "El átomo político de la violencia abertzale siempre ha sido étnico, una modalidad más de fascismo o nacional-socialismo". Profesor de antropología en la UPV hasta que tuvo que dejar su puesto por amenazas, Azurmendi presentó ayer también su novela Melodías vascas (Hiria), un retrato crudo sobre los sesenta últimos años de Euskadi. La historia de tres amigos nacidos en el 42 que quieren comprender porqué sus padres callan sobre el conflicto bélico en el que habían participado del lado de los perdedores. "Es autobiográfica. Se alude a la violencia terrorista, también como perdedores: uno de los protagonistas será asesinado por el hijo de otro. El tercero emigrará".

En el mismo acto, Aitor Aurrekoetxea (Portugalete, 1968) presentó su libro Estetetika modernoaren inguruan hainbat hausnarketa euskaraz (Hiria). Profesor de la UPV-EHU y crítico de arte, Aurrekoetxea ha escrito el primer libro sobre estética en euskera. "Nada que ver con la cosmética", bromea.

El libro tiene el "gran valor" de que servirá, sobre todo, a los alumnos de Filosofía e Historia del Arte que estudian en euskera. La información que recoge Aurrekoetxea se centra en la época moderna de esta rama de la filosofía a partir del siglo XVIII con referencias a Kant, Schiller, Hugo o Baudelaire.

Aitor Aurrekoetxea (izquierda) junto a Mikel Azurmendi a la entrada del Koldo Mitxelena, ayer en San Sebastián.
Aitor Aurrekoetxea (izquierda) junto a Mikel Azurmendi a la entrada del Koldo Mitxelena, ayer en San Sebastián.JAVIER HERNÁNDEZ

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