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Reportaje:Apagón contra el calentamiento

Desconexión desigual en Europa

Mientras la convocatoria tuvo éxito en Francia e Italia, países como Alemania no apagaron

La convocatoria tuvo efecto desigual en cada país de Europa. Francia, origen de la iniciativa, lució en París la torre Eiffel a oscuras durante cinco minutos, así como apagón de otros monumentos municipales o de la catedral de Reims. También se apagó la basílica de Fourvière en Lyon, la plaza del Capitole en Toulouse o la iglesia de Notre-Dame de la Garde en Marsella, gestos simbólicos que puntuaron "los cinco minutos de descanso para el planeta" organizados por la Alianza por el Planeta, colectivo de ONG ecologistas. El seguimiento popular de la iniciativa fue escaso. Las radios, la prensa o la televisión dedicaron muy poco eco a la propuesta aunque algunos canales, como Canal +, se sumaron a la operación reduciendo la potencia lumínica en sus platós.

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Para dar ejemplo, en la capital europea, Bruselas, la iniciativa sí tuvo una cierta repercusión. A la hora exacta, se apagaron las luces de la Grand Place, cuya singular belleza quedó vagamente iluminada por las luces de los bares y restaurantes. Salvo alguna excepción, no se sumaron al acontecimiento. Un "¡oh!" de un grupo de colegiales llegados para asistir al momento acogió el apagado. Los críos venían informados. "Es para ahorrar electricidad", dijo uno. Mientras otro proponía la solución al problema del consumo energético: "Encender velas". ¿Estás seguro? "¡Pues claro!". En algunos colegios se habló en las aulas de lo que iba a pasar, pero más de un estudiante se olvidó de ello a la hora de la verdad. La conexión con Internet no se podía sacrificar ni cinco minutos.

Fue la tónica general, apagado de la luz en edificios públicos y encendido en lo privado. El edificio de la Comisión Europea sólo mostraba algunas luces mortecinas. El Parlamento Europeo y el turístico Atomium también anunciaron que apagarían. El diario La Libre Belgique llevaba buena parte de su primera página de ayer en negro con un 19.55 de reloj digital.

La Torre Dexia, uno de los edificios más altos, que recientemente ha puesto en marcha un sistema móvil de coloración variable en todo el exterior, también apagó. Interrogado sobre los efectos en la red de la caída del consumo, un portavoz de la compañía que la gestiona en Bélgica dijo: "Esperamos una bajada en el consumo esos cinco minutos, pero no será amplia".

En Holanda, el Ministerio de Medio Ambiente siguió una especie de doble juego. Mientras durante el día pidió a la población que no siguiera de forma masiva la convocatoria para que el posterior encendido simultáneo no supusiera una sobrecarga en la red, a la hora en punto, en su sede se apagaron todas las luces. Fuentes oficiales calcularon que una cuarta parte de los hogares apagaron las luces.

En Alemania la convocatoria no alcanzó medios masivos de comunicación, a pesar de la fuerza que tienen en el país las organizaciones ecologistas. El asunto ni siquiera mereció mención en los noticiarios de la noche, que se emiten precisamente a las ocho de la tarde. Berlín lució esos cinco minutos tan espectacular como siempre.

Mayor seguimiento tuvo la convocatoria en Italia. Importantes monumentos romanos cedieron paso a la noche, como el Coliseo y El Capitolio. En Nápoles el Ayuntamiento se apagó por completo. La televisión pública italiana, la RAI, anunció una nueva convocatoria de Greenpeace y los ecologistas Lega Ambiente para el 16 de febrero, de dos horas de duración.

En Reino Unido reinó la luz. Ningún medio de comunicación se hizo eco de la convocatoria y los ciudadanos no se dieron por aludidos, por considerarlo un "asunto continental". Ni siquiera se apagaron las luces en la embajada española, donde se celebraba una recepción. Al otro lado del océano, pocos fueron los que se enteraron en EE UU de la convocatoria europea. En cualquier caso, si el apagón hubiera sido simultáneo, a los estadounidenses les habría pillado en plenas horas diurnas.

Esta información ha sido realizada por Sandra Ellegiers, Isabel Ferrer, Lourdes Gómez, Laura Lucchini, Octavi Martí, Ricardo Martínez de Rituerto y Yolanda Monge.

La torre Eiffel de París, minutos antes de la hora fijada para el apagón, a la izquierda, y ya sin iluminación entre las 19.55 y las 20.00.
La torre Eiffel de París, minutos antes de la hora fijada para el apagón, a la izquierda, y ya sin iluminación entre las 19.55 y las 20.00.REUTERS

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