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Detenido un parricida convicto al desaparecer su mujer y su cuñado

El hombre fue condenado a 57 años de cárcel y solo cumplió 9 por buena conducta

Àngels Piñol

Mercedes Lama, de 57 años, vio ayer al mediodía cómo agentes de los Mossos d'Esquadra se llevaban esposado a Ramón Laso Moreno, su cuñado, detenido en la casa adosada de este, en la urbanización Jardines del Imperio, en la población de Els Pallaresos (Tarragona). Los agentes se pasaron toda la mañana registrando el domicilio de Laso y se incautaron de picos, palos, cajas y un gran saco.

"He sentido un fuerte alivio, pero también la certeza de que ni Maurici ni Julia volverán", explicaba yer compungida Mercedes. Maurici Font es su esposo, Julia, su hermana y copmpañera sentimental de Laso. Tras dos años de investigación, los agentes detuvieron ayer a Ramón Laso por su supuesta vinculación con la desaparición de Julia Lama y Maurici Font, de los que no se sabe nada desde el 27 de marzo de 2009.

Laso estranguló a su esposa en 1988 y meses después mató a su hijo
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Laso tiene 56 años y no es un desconocido para la policía ni para la justicia. En 1990, fue detenido por el asesinato de su mujer, Dolores Camacho, que tenía 25 años, ocurrido en 1988. Estranguló a su esposa y depositó su cadáver en las vías del tren para que pareciera un suicidio. Meses después, en un extraño accidente de tráfico, falleció carbonizado el hijo de ambos, Daniel de 6 años. El conductor era Laso, que, extrañamentemente, resultó ileso y cobró una indemnización de 3,5 millones de pesetas del seguro se su vehículo.

El 1993, Laso fue condenado a 57 años de prisión por los muertes de su esposa y su hijo. Por buen comportamiento y por trabajar en la cárcel -era el jefe de cocina del penal- pudo redimir condena de forma acelerada. Tanto, que solo cumplió nueve años de cárcel, según el viejo Código Penal. Desde 1999 y hasta 2008 -año en que obtuvo la libertad absoluta- vivió fuera de la prisión bajo libertad condicional.

En 1999 ya aparecía censado en Tarragona. Laso nunca contó ni a Julia ni a sus cuñados Mercedes y Maurici que había sido sentenciado por doble asesinato. Solo les dijo que su primera mujer y su hijo habían muerto en accidente y que él había estado en prisión sin explicar por qué.

El caso de la desaparición está desde marzo de 2009 bajo secreto de sumario y ni la policía, ni el juzgado ni la fiscalía informaron ayer de la detención. Pero la historia es muy conocida en Tarragona y la noticia del arresto de Laso corrió como la pólvora. A primera hora de la mañana, los agentes se presentaron en el bar La Parada, que regenta Laso en el barrio de Riu Clar, y lo llevaron hasta su domicilio en Els Pallaresos donde estuvieron buscando pruebas.

De su casa ya salió esposado. El abogado de Mercedes, Pere Sutil, ha presentado multitud de requerimientos para que la justicia actuara. Sutil está convencido de la culpabilidad de Laso, pero se negó a hacer declaraciones.

A Mercedes ya no le quedan lágrimas. Desde hace dos años, esta mujer, auxiliar del hospital Juan XXIII, no ha vivido. Contrató a un detective -Jorge Colomar, el mismo que destapó el doble crimen de Laso en 1990- al estar convencida de que ni su hermana ni su marido se fueron por voluntad propia. Desde que llevan desaparecidos, ninguno de los dos ha efectuado movimientos en sus cuentas bancarias, ni realizado llamadas desde sus móviles. Además, de Maurici, ex celador de hospital, que sufría una diabetes severa que le incapacitó laboralmente, no consta que haya realizado ninguna petición de insulina.

"Quizás Ramón se obsesionó conmigo. Siempre estaba discutiendo con mi hermana y me dijo una vez que Mauri era un bulto, que los dejáramos a los dos en un hotel y que nos fuéramos juntos", cuenta ahora recordando la fría indiferencia que mostró Ramón Laso tras la desaparición de su esposa y su cuñado.

Los hechos ocurrieron el 27 de marzo de 2009 cuando Julia fue a trabajar a la portería de un edificio de La Rambla de Tarragona. Una trabajadora de una tienda vio cómo Laso recogió a Julia sobre la una de la tarde en su furgoneta blanca. Poco después, el detenido acudió al hospital donde trabaja Mercedes -"estaba rojo, sin gafas, sin articular palabra, sin parar de beber agua", señala esta- y le contó que el par de "sinvergüenzas" se habían fugado en el coche de la trabajadora sanitaria. El turismo apareció horas después junto a una parada de autobús cerca del parking de La Pedrera, en el centro de la ciudad.

Mercedes quiso denunciar enseguida la desaparición pero Ramón, que acompañó a la mujer a comisaría a regañadientes, aseguró ante los agentes de los Mossos que la pareja se había fugado. Los policías aconsejaron que esperara 48 horas pero todo se precipitó. Al día siguiente, una vecina, funcionaria de prisiones, reveló a Mercedes que Ramón había cumplido condena por doble parricidio. "Me quedé de piedra". La desaparición se produjo un viernes y el lunes siguiente Laso ya quería cambiar el nombre de la furgoneta -iba a nombre de su mujer- y ocupar su puesto en la portería.

Varios agentes de policía inspeccionaban ayer un huerto cercano a la autopista AP-7 en busca de pruebas.

Ramón Laso, entre dos policías, ayer saliendo de su casa tras ser arrestado.
Ramón Laso, entre dos policías, ayer saliendo de su casa tras ser arrestado.JOSEP LLUÍS SELLART
Daniel, hijo de Julia, y su tía Mercedes sostienen sendas fotografías de los dos desaparecidos.
Daniel, hijo de Julia, y su tía Mercedes sostienen sendas fotografías de los dos desaparecidos.J. LL. SELLART

El antecedente

- El día 9 de junio de 1988, Ramón Laso Moreno estranguló a su mujer, a la que era infiel, tras una discusión. Después de matarla, llevó el cuerpo a las vías del tren para simular un suicidio. Un tren decapitó el cuerpo de su mujer.

- El 2 de marzo de 1989, Ramón recogió a su hijo Daniel, de 6 años, y condujo su coche hasta la sinuosa carretera de Gandesa-Cherta. Paró el vehículo y lo dejó caer por un precipicio, con el niño dentro. Tras fingir el accidente, calcinó el coche y percibió por el seguro 3,5 millones de pesetas.

- La Audiencia de Tarragona condenó a Ramón en 1993 a 56 años y 8 meses de cárcel por los asesinatos de su mujer y su hijo y a seis meses de arresto por estafa En siete años salió de la cárcel aprovechando los beneficios penitenciarios.

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