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El PP propone una ley de uniones civiles al margen de vínculos sexuales

Colectivos homosexuales e IU critican el borrador

La respuesta del Partido Popular a la demanda social de una ley que regule las parejas de hecho ha ido un nuevo concepto: las uniones civiles. Con sus consecuencias. El borrador del PP sobre este anteproyecto de ley -publicado ayer por el diario El Mundo- permite a quienes lo deseen formalizar una unión civil por medio de un contrato sin tener en cuenta las relaciones sexuales y afectivas. Los colectivos homosexuales criticaron ayer la porpuesta y declarraron que "el PP no quiere reconocer otra unidad familiar que no sea el matrimonio".

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¿Por qué dos?

Diferentes agrupaciones de homosexuales mostraron ayer su rotunda disconformidad con el borrador del anteproyecto de ley regulador del contrato de unión civil que el PP ha elaborado para dar respuesta al reconocimiento de las parejas de hecho. El documento propone que no se discriminen las formas de convivencia no basadas en el afecto sexual, sino en la amistad, el compañerismo, la ayuda mutua u otros fundamentos lícitos. Es decir, reconoce como "unión civil" a todas aquellas personas que deciden convivir y prestarse ayuda mutua, sin considerar la orientación sexual de los "contratantes".Según el presidente del Colectivo de Gais y Lesbianas de Madrid (Cogarn) Pedro G. Zerolo, "el borrador regula algo que nadie en este país ha solicitado y supone una prostitución de lo que ha sido durante estos últimos años una reivindicación legítima de muchos ciudadanos".

El diputado por el PP Jorge Trías indicó que "el borrador se justifica en cuatro principios, que son igualdad, seguridad jurídica, libertad e intimidad". El texto se apoya en el respeto a este último derecho para eliminar el concepto de "orientación sexual" del anteproyecto de ley. Además, Trías destacó la "imposibilidad jurídica" de definir un concepto de afectividad por lo que el proyecto rechaza plantear la equiparación del concepto de las uniones civiles a los matrimonio tradicionales.

Presentación Urán, diputada de Izquierda Unida (IU), criticó el documento del PP. "No quiere reconocer otras modalidades de unidades familiares fuera del matrimonio. Se las da de progresista cuando no lo es". Y apuntó: "Es algo inviable. Regula convivencias que pueden provocar la pillería, por ejemplo hacer la declaración de la renta conjunta sin que haya ningún tipo de vínculo entre las dos personas".

La unión civil, que se realizará ante un notario y constará en el Registro Civil, deberá tener como mínimo un año de vigencia. Los propios "contratantes" decidirán el régimen económico en el que se basará, y se reconocerá el derecho de sucesión, el de subrogación en el caso de fallecimiento del arrendatario y tendrá efectos en el IRPF. El proyecto pretende reconocer a estas uniones prácticamente los mismos derechos que a los matrimonios, salvo la adopción. En ningún momento plantea equiparar las dos figuras.

Amigos que comparten piso, jubilados o viudos que deciden vivir juntos, parejas homosexuales y heterosexuales podrán inscribirse como "uniones civiles", según se desprende del borrador. Zerolo cree que "es un dislate jurídico completo". Y añade: "Quieren eliminar la orientación sexual cuando en un matrimonio se presume que existen relaciones sexuales y afectivas".

Miguel Ángel Sánchez, presidente de la Fundación Triángulo, asociación que reivindica la igualdad de homosexuales, declaró ayer que "como la presión social obliga al PP a regular las parejas, inventa un modelo que no existe en ningún lugar del mundo".

El borrador será presentado por el PP en la subcomisión ante los demás partidos políticos, según explicó Trías. El reconocimiento de derechos jurídicos y económicos supondrá la modificación del Código Civil y del Penal, además de múltiples leyes. El pasado 18 de marzo el PP votó en contra de las proposiciones de ley del PSOE e IU debatidas en el Congreso y propuso la creación de una subcomisión que estudiase hasta el 30 de junio la viabilidad de una ley de este tipo. La propuesta del PSOE no permitía a las parejas homosexuales adoptar hijos, mientras que la de IU era una equiparación al matrimonio convencional.

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