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Condenada la madre de una joven que murió con 308 kilos

La madre de una adolescente de trece años que, con 308 kilos, murió en su casa debido a su obesidad ha sido considerada culpable de maltratar a su hija. La condena impuesta son tres años de libertad vigilada y un periodo forzoso de servicios sociales. Marlene Corrigan, de 49 años, deberá realizar un total de 240 horas de trabajos sociales, siempre que éstos no sean con niños. Ella ha aceptado la sentencia sin rechistar. "Voy a vivir el resto de mi vida sin mi hija Christina, que era mi mejor amiga y ésa es mi verdadera condena", ha declarado.

Christina murió el 19 de noviembre de 1996 en su casa de Martinez (California), al sur de OakIan, de un ataque cardiaco provocado por su obesidad. La policía informó en su momento haber encontrado el cuerpo de la adolescente en el suelo del salón, cubierta de escamas y de excrementos, entre latas vacías de conservas. La acusación sostuvo que su madre, Marlene Corrígan, era culpable de negligencia y de haber puesto en peligro la salud de su hija. Para la defensa la culpa no era más que de una alteración genética conocida por el síndrome de Prader-Willi que convierte en bulímicas a sus víctimas. La madre alegó haber llevado a Christina al médico no menos de noventa veces para luchar contra la obesidad sin éxito alguno.

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