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Educación adelantará los exámenes de septiembre a junio a propuesta de los directores

La consejería cree que la medida mejoraría las tasas de éxito escolar.-La actual prueba se mantendría, al menos transitoriamente

Los exámenes de septiembre de la ESO pasarán a segundo plano. La Consejería de Educación se propone adelantar la convocatoria extraordinaria de septiembre a finales de junio. Así, el curso de Secundaria empezaría a principios de septiembre y terminaría a mediados de junio, al igual que las etapas de Infantil y Primaria. Con este adelanto del curso lectivo -y tras pasar una primera evaluación ordinaria antes del 15 de junio-, el alumnado con materias pendientes realizaría actividades de refuerzo y de preparación para la prueba extraordinaria del mismo mes. Las clases se darán en el mismo centro y con los mismos profesores. "Esta es un vieja propuesta nuestra", confirma Vicent Baguetto, el portavoz de la asociación profesional de directores de Secundaria, que precisa que "desde hace un año se trabaja en una revisión a fondo del calendario escolar, en el sentido de racionalizarlo".

En el primer año de rodaje, la nueva organización del curso escolar "no supondría necesariamente la eliminación de la prueba de septiembre", afirma la Consejería de Educación. En un informe interno, al que ha tenido acceso EL PAÍS, la Administración educativa valenciana justifica este adelanto de las pruebas extraordinarias de septiembre, fundamentalmente, por "el escaso éxito de la actual convocatoria de septiembre". Según un muestreo de la consejería, "apenas un 9% del alumnado que se presenta a esta prueba en septiembre la supera". En ese sentido, los exámenes de septiembre "no suponen una posibilidad real de descenso de las tasas de fracaso escolar o del incremento significativo de las tasas de éxito".

El estudio de la Administración basa el adelanto de las pruebas en cinco variables. La primera, "la falta de atención educativa que recibe el alumnado con materias pendientes, que suspende en junio". Segundo, la realización de las pruebas de septiembre por "profesorado diferente al que impartió la materia durante el curso ordinario". Tercero, "los prejuicios y gastos provocados durante los meses de vacaciones a las familias". Cuarto, "el desconocimiento de las familias y del alumno de su futuro académico hasta después del verano". Esto supone menos tiempo para la reflexión y menos posibilidades de elección. Y, por último, en las "dificultades organizativas de los centros" en septiembre.

Este último aspecto es clave para los directores, según Baguetto. "Se trata de vaciar de tareas las primeras semanas del curso, cuando los centros estamos colapsados por los nuevos horarios, los nuevos profesores, los exámenes extraordinarios, el periodo de reclamaciones, las actas, la selectividad de los bachilleres y las nuevas matrículas".

"La idea es nuestra: los 175 días lectivos de la Ley Orgánica de Educación no se pueden tocar, pero si adelantamos el curso en septiembre, acabamos antes y aligeramos la presión para organizar el siguiente curso", explica Baguetto. El mecanismo sigue la pauta del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). "No tiene sentido acabar la selectividad a mediados de septiembre, cuando las universidades están adelantando el curso a los primeros días, como la Politécnica de Valencia, que comenzará el 5 de septiembre".

Los sindicatos creen que la medida debe estudiarse y negociarse con seriedad, sin afectar las condiciones laborales del profesorado. Algo que comparte la Administración, que confirma que "abordará la reforma en los órganos legales correspondientes y en las mesas técnicas y sectoriales". Aunque, de entrada, Fete-UGT comparte "plenamente" el adelanto de los exámenes de septiembre. "Siempre hemos estado en contra de las pruebas de septiembre, después de los meses de verano y sin que vaya acompañado de actividades de refuerzo del alumnado".

Más reticente se muestra Marc Candela, del STEPV, que advierte de que "avanzar las pruebas a junio, sin aplicar medidas preventivas -y más en un contexto de recortes del profesorado y de los programas de atención a la diversidad- no resolverá de por sí el alto fracaso escolar" en la Comunidad Valenciana. Candela reclama "un planteamiento global" para hacer frente a todos los aspectos que inciden en el aprendizaje del alumnado.

"La migración de los exámenes de septiembre a junio no ha producido ni mejores ni peores resultados en Cantabria, Extremadura o Cataluña donde ya se ha implantado", advierte Luis García Trapiello, de CC OO. "Sin medidas correctoras a lo largo de todo el año será un parche más".

Educación responde a las comparaciones con otras comunidades autónomas alegando que "el margen entre la finalización del curso y la convocatoria extraordinaria de junio es escaso" en dichas autonomías y, además, "no existe actividad de refuerzo gratuito" de profesores de apoyo para los alumnos que han suspendido la prueba ordinaria.

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