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España, Holanda e Italia lideran una nueva infraestructura europea de estudios ambientales

La sede oficial estará en Sevilla y el centro de investigación e innovación, en Holanda

Una nueva infraestructura europea de investigación medioambiental empieza a ponerse en marcha gracias al acuerdo de instituciones de cinco países liderados por España, Holanda e Italia, que se reparten las principales instalaciones. Es el LifeWatch, dedicado a la biodiversidad y los ecosistemas. La sede oficial de la infraestructura, así como el centro informático, estará en Sevilla; Holanda se queda con el "centro de investigación e innovación de tecnologías de la información orientado al laboratorio virtual y el laboratorio de la innovación", según la web oficial del programa; Italia tendrá el centro de servicios y apoyo a los usuarios. El presupuesto total del proyecto europeo asciende a 220 millones de euros en cinco años, de los que España aporta 20.

El Ministerio de Ciencia e Innovación resalta en un comunicado que "ha conseguido traer a EspañalifeWatch, una gran infraestructura europea de investigación medioambiental", y luego especifica que "Holanda acogerá un centro de investigación e innovación de tecnologías de la información". Según el mismo comunicado, "la excelente calidad científica en el área de la biodiversiad que atesora el país", ha hecho posible la adjudicación de la sede, puntualizando que "ha sido determinante la experiencia previa en esta materia de la Reserva Biológica de Doñana, perteneciente al CSIC". A continuación apunta el "interés de las empresas españolas relacionadas con el sector de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación)". España aporta para la sede en una parte de un edificio, en Sevilla, que estará ubicado en campus en la Universidad Pablo de Olavide.

El consorcio europeo señala que los países miembros han propuesto iniciar la colaboración a corto plazo creando al menos dos laboratorios virtuales: uno sobre la biodiversidad en los humedades marinos (como las lagunas del Adriático, Doñana, el delta del Danubio o las llanuras de marea de Wadden) y otro sobre la fragilidad de los ecosistemas ante las especies invasoras.

De los 20 millones de euros que España aportará al proyecto en cinco años, cuatro serán en efectivo y 16 en especie (salarios, equipamientos, etcétera), más la sede, en la que trabajarían unas 30 personas, según informa Ciencia e Innovación.

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