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España apremia a EE UU: "No hacen falta más estudios sobre Palomares"

La delegación americana elude compromisos o plazos para retirar el plutonio

Ha cambiado el tono y la forma de la negociación entre España y EE UU sobre el incidente de Palomares -ahora es mucho más transparente-, pero eso no implica que Washington haya aceptado llevarse el plutonio que dos bombas nucleares dejaron en 1966 en la localidad almeriense. Así lo dejó claro ayer, en un breve encuentro con la prensa, Jeffrey Galvin, portavoz de la Embajada de EE UU en Madrid, que habló en representación de los 11 técnicos enviados a Almería: "Se trata de una decisión que tendrán que tomar los Gobiernos", dijo. Su compromiso fue "seguir colaborando" para "tratar de llegar a una solución aceptable"

Galvin eludió en repetidas ocasiones la pregunta clave: si EE UU se llevará la tierra contaminada, unos 50.000 metros cúbicos que se pueden quedar en 6.000 tras un proceso de tamizado. "No son decisiones que se tomen en este momento", declaró.

"Que lo limpien y se lo lleven", reclaman los vecinos

Junto a Galvin compareció Cayetano López, director general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat, del Ministerio de Ciencia), quien lanzó el mensaje de que, "en principio, no hacen falta más estudios" sobre la contaminación, un intento de cortar cualquier amago de Washington de dilatar el proceso.

Preguntados sobre si hay un plazo para la limpieza ante el interés de los vecinos, López replicó: "Yo también estoy interesado, pero no lo sé. No tengo constancia", confirmó serio Galvin. López afirmó que el objetivo del Gobierno es la "limpieza completa", lo que excluye dejar los residuos en la zona, pero que el objetivo de la reunión era que "un grupo de primer orden de EE UU asesore a técnicos españoles para concluir el plan de rehabilitación de Palomares. Después habrá que discutir sobre los residuos".

La visita pasó entre el desinterés de la mayoría de la población. "¿Qué van a limpiar? No hay nada que limpiar. Se harán una foto y se irán", afirmó una vecina que sacudía su escoba frente a la denominada zona 3, en el centro del pueblo. En la zona 2, junto al cementerio, los visitantes pasearon con los zapatos cubiertos por protectores, lo que extrañó a los vecinos, que durante décadas pasearon allí sin restricciones, ya que hasta 2007 la zona no fue expropiada.

Más extraña es la situación en la tercera zona contaminada: un terrero abrupto lejos del pueblo donde, según el Ciemat, el viento llevó plutonio. El terreno no está vallado, aunque sí señalizado. Se entra sin problemas y hay invernaderos pegados. López afirmó que está dispuesto a vallar la zona "si es necesario", aunque insistió en que "en ningún caso hay riesgo para la población. La contaminación residual que queda es subterránea".

"Nos cuesta vender las casas. Que lo limpien y se lo lleven", señaló otro vecino. En la plaza del pueblo, un grupo de británicos bebía ayer cerveza sin preocupación por el plutonio. Palomares no fue Bienvenido Mr. Marshall.

Miembros de la delegación de EE UU y del Ciemat español se calzan protectores durante su visita a terrenos contaminados en Palomares.
Miembros de la delegación de EE UU y del Ciemat español se calzan protectores durante su visita a terrenos contaminados en Palomares.EFE

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