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Entrevista:LUIS MONTES | Ex jefe de Urgencias de Leganés | El falso caso de las sedaciones

"Espero ver a Lamela en el banquillo"

El calvario de Luis Montes Mieza (Arribes del Duero, Salamanca, 1949) ha terminado. "Ahora comienza el tiempo de la venganza", dice convencido. Acaba de brindar con cava ante la puerta del hospital Severo Ochoa de Leganés, donde sus compañeros coreaban su nombre. Ya más calmado, toma un menú del día en el bar de la esquina.

Pregunta. ¿Y ahora, qué?

Respuesta. Ahora es el tiempo de la venganza. Que tengan el mayor desgaste posible.

P. ¿Quiénes?

R. Todos los que desprestigiaron la sanidad pública, que acusaron a los profesionales del hospital por una denuncia anónima que hablaba de 400 eutanasias y que ya se había investigado.

P. ¿Entre ellos el ex consejero de Sanidad de Madrid, Manuel Lamela, hoy de Transportes?

"Que pidan perdón por toda la gente que ha muerto con dolor estos años"
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P. Sí, espero sentar a Lamela en el banquillo. No sé si por denuncia falsa o por unas declaraciones en las que hablaba de sedaciones no indicadas y en dosis excesivas con resultado de muerte. Eso es llamarnos asesinos.

P. ¿Y si le piden perdón?

R. A mí que no me pidan perdón, que no se lo voy a conceder. Que pidan perdón a los familiares de tantas personas que han muerto con dolor por su culpa. Porque después del caso Lamela, la gente ha muerto peor, sufriendo y con los familiares pasándolo mal.

P. Dice que se muere peor.

R. Sí, eso nos dicen. Morir dormido debería ser un derecho cívico, pero hay médicos que se encarnizan, que insisten cuando no hay nada que hacer y el paciente sufre. Y eso también es un delito. Recuerdo que en 2000 leí en el New England Journal of Medicine, una de las revistas médicas más importantes, que en el siglo XX se había avanzado en curar la enfermedad y en el XXI el reto era mejorar la muerte. Y estamos lejos.

P. En 2002 hubo una denuncia anónima y la consejería la archivó tras una investigación interna. ¿Por qué en 2005 la consejería, también del PP, actúa de distinta forma?

R. En mi opinión, hay factores políticos, económicos e ideológicos. En esa época triunfaban las películas Mar adentro y Million dollar baby, de Clint Eastwood, que ganó un oscar, y que iban sobre la eutanasia. Las encuestas del CIS decían que la gente estaba a favor de la eutanasia, pero aun así el Gobierno socialista dijo que en esta legislatura no tocaba. Pero el PP decidió que claro que tocaba, y abrió un nuevo frente en su oposición total. Por eso se inventó que eran centenares de eutanasias, cuando en realidad eran casos de sedación terminal, una práctica admitida hasta por la Iglesia.

R. ¿Y los económicos?

R. La semana siguiente a mi destitución y a que se hiciera público el caso, la Comunidad de Madrid privatizó el hospital Puerta de Hierro y luego anunció la construcción de ocho hospitales públicos con gestión privada. Además, privatizó los cuidados paliativos a la orden religiosa de San Juan de Dios. Pero para llevar a cabo tanta privatización tenía que desprestigiar antes la Sanidad pública. Era la ocasión perfecta. Así que todo se mezcla con intereses políticos y religiosos.

P. ¿Qué queda de la Urgencia que dirigía?

R. Nada. Salieron 15 médicos, a los que no les renovaron el contrato o les hicieron la vida imposible hasta que se tuvieron que ir. No queda nadie ni nada. Muchas enfermeras tampoco están.

El doctor Montes, acusado de las sedaciones; el ministro de Sanidad, Bernat Soria, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ofrecen sus primeras reacciones al archivo del caso de las sedaciones irregulares en el Hospital Severo Ochoa.Vídeo: CNN+

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