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Entrevista:STEPHEN GRANT | Vicepresidente de Cord Blood Registry | Los bancos privados de cordón umbilical

"Estoy orgulloso de guardar las células madre de Leonor"

El teléfono de Stephen Grant no paró de sonar en toda la mañana de ayer. El vicepresidente y cofundador de la empresa Cord Blood Registry (CBR) que guarda las células madre de la infanta Leonor en un centro de Tucson (Arizona, Estados Unidos) reconoció que estaba un poco abrumado por el interés de los medios españoles, pero respondió tranquilo a las preguntas.

Pregunta. ¿Es consciente de la polémica que se ha levantado sobre la custodia de las células madre de Leonor en su compañía?

Respuesta. Somos la primera empresa que empezó a guardar las células madre de los cordones umbilicales. Ahora mismo tenemos más de 400.000 muestras de distintos países y esperamos que 100.000 familias más nos envíen este año el cordón de sus bebés. Estoy muy orgulloso de guardar las células madre de Leonor.

"Tenemos tres casos de uso autólogo del cordón. No los hemos publicado en revistas médicas"
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P. Su banco está en Tucson. ¿Es un sitio seguro? ¿Corren riesgo en ese lugar las células madre de la heredera?

R. No corren ningún riesgo. Nuestros laboratorios se encuentran en el sitio más seguro de los Estados Unidos. Eso lo sabe todo el mundo. Aquí no hay terremotos, ni huracanes, ni desastres naturales, por lo que no puede pasarle nada a la sangre de Leonor. Además, nosotros contamos con los mejores sistemas de seguridad y de confidencialidad y en ningún momento podría ocurrir un robo o una cosa parecida. El centro de Tucson se encuentra custodiado 24 horas y sus edificios están controlados permanentemente. Además, las muestras están identificadas mediante el uso de un código de barras en manos de los padres y el CBR, en el cual se contiene toda la información necesaria. Por otro lado, la gente debe saber que las muestras se conservan en nitrógeno líquido y que no se ven afectadas por un corte en el suministro eléctrico. Además, poseemos los más grandes y modernos generadores que existen y que mantienen la energía todo el día activa.

P. ¿Cómo se les ocurrió la idea de crear un banco de cordones umbilicales?

R. Bueno, todo empezó en 1985, cuando en un hospital francés se realizó el primer transplante de células madre para curar un caso de anemia de Fanconi. Ésa fue la primera vez que se utilizó el cordón umbilical. A partir de ahí ha habido muchos más casos, unos 6.000 en todo el mundo.

P. Pero esos casos nunca han sido de transplantes autólogos, es decir para el mismo bebé del que se han guardado las células madre.

R. Tenemos tres casos en los que sí han sido para uso autólogo.

P. ¿Han publicado los casos en revistas médicas?

R. No. Estos casos no son exactamente de transplantes. Uno de ellos fue un paciente que sufrió heridas muy serias en el cerebro y recibió sus propias células madre del cordón umbilical que nos había guardado previamente. Pero lo importante es darse cuenta de que los casos no pueden ser muchos por ahora. Entre otras cosas porque los bebés que los han guardado son todavía muy jóvenes. También hay 42 casos en que hemos utilizado el cordón para familiares.

P. ¿Han guardado ustedes las células madre de gente muy importante?

R. La mayoría de nuestros clientes son médicos y gente que trabaja en hospitales: un 25% al menos. Respecto al perfil de las personas que acuden al mismo, la mayoría de los que contratan nuestros servicios son personas que creen en la ciencia y en los nuevos tratamientos y que consideran que es necesario hacer todo lo posible para protegerse. Es el tipo de clientes que queremos tener y creo que su perfil dice mucho de cómo son nuestros servicios y de lo importante que será la conservación de los cordones en un futuro.

P. Sin embargo, todavía hay muchos científicos que opinan que esto no está lo suficientemente desarrollado y que las empresas están haciendo una publicidad engañosa que los clientes no son capaces de ver.

R. Bueno, yo digo que cada uno de nosotros puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Y yo prefiero verlo lleno. Algunos opinan que todavía falta mucho para que esto sea una solución a los problemas de mucha gente, pero si no hacemos ahora nada entonces sí que no tendrá solución. Las familias que lo hacen saben que pagan por una previsión de futuro porque confían que la ciencia avanzará mucho en los próximos años y que aparte de los transplantes de médula para curar leucemias o linfomas, esto podrá tener otras aplicaciones. Cuando nuestra casa se incendia acudimos al seguro para reconstruir la vivienda. Esto es lo mismo. Pero reconstruimos enfermedades de la sangre o cáncer, en vez de casas.

Stephen Grant.
Stephen Grant.

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