Europa se pone deberes

La educación será una de las cinco prioridades de la estrategia 2020 de la Unión Europea. Ayer y hoy, los ministros de Educación de la UE debaten en Madrid cuáles serán los objetivos concretos para mejorar el nivel de formación de los europeos. El punto de partida, acordado el año pasado, es pasar del actual 31% de media europea de titulados superiores (universitarios y de FP de grado superior) al 40%, y reducir el abandono escolar temprano (los jóvenes que dejan de estudiar después de la enseñanza obligatoria), que se sitúa entre un 15% y un 18%, hasta el 10%.

La cuestión es si se mantendrán esos ambiciosos objetivos ahora que la educación ha pasado a la primera división de la política europea, es decir, a estar entre los objetivos prioritarios, lo que implica un mayor nivel de compromiso. La decisión, en cualquier caso, se tomará el mes que viene y se presentará en junio a los jefes de Estado para que decidan. El ministro español, Ángel Gabilondo, insistió, además, en impulsar la "dimensión social" de la política educativa.

Es algo que no se terminan de creer los universitarios que estos días se han movilizado en Madrid, con motivo del encuentro de ministros, para protestar contra el proceso de Bolonia, que configura un modelo común para las universidades del continente.

Ayer, un grupo se encadenó en el Paseo del Prado de Madrid, obligando a cortar media hora varios carriles de la vía. También causaron cortes en la plaza de Cibeles.