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Reportaje:El conflicto entre humanos y naturaleza

Extinguido el delfín blanco del río Yangtsé

La actividad humana en la cuenca acaba con el único representante de una familia con más de 20 millones de años de antigüedad

La presión humana ha sido excesiva, y el delfín del Yangtsé no la ha resistido. Los científicos dan por extinguido a animal (Lipotes vexillifer). La desazonadora conclusión ha llegado después de seis semanas de búsqueda por el curso del río, en el que no se ha encontrado ningún ejemplar. La última vez que se detectó alguno de estos peculiares mamíferos acuáticos fue en 2004. Una expedición británica que recorrió el río entre noviembre y diciembre del año pasado, utilizando equipos de sónar para captar las señales de presencia del animal, fracasó en su intento por localizar los últimos supervivientes. Con ello se frustró un programa para la recuperación de la especie en cautividad.

El delfín del Yangtsé es -mejor habría que decir "era"-, junto al del Indo, el Ganges y el del Amazonas, una de las cuatro especies de estos animales que habitan en agua dulce. Si se confirma su desaparición sería la primera de un gran vertebrado en 50 años, afirman los investigadores de la Sociedad Zoológica de Londres en la revista Biology Letters.

El Lipotes vexillifer -nombre científico del delfín- pasa así a engrosar la lista de otros ilustres antepasados, como el dodo. Era el último representante de una familia, los lipótidos, que divergió del tronco común de los demás delfines hace más de 20 millones de años.

Con su largo hocico, estaba casi ciego: su vista le era poco útil en unas aguas que han pasado de ser simplemente turbias a uno de los cauces más contaminados del mundo.

Con sus 6.300 kilómetros, el Yangtsé (Changjiang en pinyin) representa el 30% del agua dulce de China. Es fuente del 40% de la riqueza del producto interior bruto del país. Pero las mismas autoridades del país calculan que el estado de conservación de al menos una décima parte es crítico, según reconoce el diario oficialista China Daily. Como consecuencia de la contaminación, la construcción de embalses -es el río que soporta la famosa presa de Las Tres Gargantas- y la sobreexplotación, la pesca se ha reducido a una quinta parte de la cantidad capturada en los años cincuenta del siglo pasado (de 500.000 a 100.000 toneladas anuales). Esto ha llevado a los habitantes de la orilla a intensificar las actividades predatorias, y, como consecuencia, a acabar con el delfín, indican los científicos. Otras especies, como la carpa, luchan por sobrevivir.

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