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Felipe González: "No soy optimista sobre el futuro de Europa"

El ex presidente español cree que el continente no se está tomando la crisis con la "sensación de emergencia" que merece y no está acometiendo las reformas estructurales que necesita

"Tengo optimismo sobre la región latinoamericana, pero no soy tan optimista sobre el futuro de Europa, porque creo que no se están tomando la crisis con la sensación de emergencia que yo tengo, [...] no le dan tanta importancia a la crisis como la que yo le doy, con las reformas estructurales que están pendientes y que llevan 15 años de retraso para enfrentarlas". El ex presidente de España, Felipe González , que presidió el grupo de sabios que dio a conocer el pasado mayo un informe sobre el futuro del continente , ha contrapuesto, durante una conferencia en Buenos Aires, las buenas perspectivas de Latinoamérica con esos malos augurios para Europa. González no especificó cuáles son esas reformas estructurales, pero el mencionado informe sobre el futuro de Europa hablaba, entre otras cuestiones, de renunciar a las jubilaciones anticipadas, cambiar la política migratoria para potenciar la inmigración cualificada o impulsar decididamente la investigación científica y tecnológica.

Durante la clausura del Congreso Iberoamericano de Educación , que ha tenido lugar entre el 13 y el 15 en la capital argentina, González dio una conferencia que comenzó reafirmándose en sus declaraciones de hace unos días en las que abogó por "un acuerdo internacional para la regulación y la legalización" de las drogas como única solución al narcotráfico. También se mostró sorprendido por la polémica y el debate que estas palabras han generado.

Pero enseguida arrancó con el núcleo de su conferencia en torno a las Metas Educativas 2021, un compromiso de los países iberoamericanos para acabar en una década con los grandes retrasos educativos que sufre la región. Defendió el ex presidente que el capital humano, y por tanto, la educación, la investigación, la ciencia y la tecnología, es "la prioridad estratégica más importante para el éxito de América Latina y de cualquier otra región" y que por eso las sociedades deben volcarse en ello. Y eso debe reflejarse, para que sea creíble, en los presupuestos, añadió. Pero una educación y una formación que, sin olvidarse de la cultura humanística -la revolución tecnológica no puede olvidar el peso "de la condición humana"-, no solo debe transmitir conocimientos en la sociedad de conocimiento, sino que debe enseñar a saber usarlos y a añadirle valor. En un contexto en que ya casi nadie, tampoco América Latina, podrá competir a base de salarios baratos, la única solución de futuro es la innovación, la transferencia de conocimiento y el valor añadido. Además, la región, aseguró González, está en un momento inmejorable para dar el salto, en contra de lo que ocurre en el Europa, porque cuenta con las materias primas van a seguir teniendo gran valor, y su actual pirámide de población les permite ocuparse de formar a una gran masa de jóvenes sin tener que preocuparse todavía por una población envejecida. Así, América Latina "tiene las mejores oportunidades desde hace un siglo; solo tiene que verlas y aprovecharlas comprometiéndose política y socialmente a ello", concluyó.

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