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Fritzl colocó una lámpara ultravioleta para compensar la falta de luz natural en el zulo

Las víctimas del 'monstruo de Amstetten' comparten tareas domésticas y juegos para conocerse

Las víctimas de Josef Fritzl, el jubilado de 73 años que encerró y violó a su hija durante casi un cuarto de siglo, están comenzando a conocerse y aclimatarse a la vida normal, aunque la adaptación de quienes vivían en el zulo es más lenta, ha explicado hoy el médico responsable de su recuperación, Berthold Kepplinger. Su estado físico es mejor de lo esperado, ya que Josef Fritzl les suministró píldoras de vitamina D para compensar la falta de luz natural, a lo que ayudó también la instalación en el escondite de una lámpara ultravioleta.

Para poder "regresar a una vida normal", Kepplinger ha hecho un llamamiento para que se respete la intimidad de Elisabeth y cinco de los hijos fruto de la relación incestuosa con su padre. "La protección de la privacidad de la familia es prioritaria", ha declarado Kepplinger en una comparecencia ante los medios en Zeillern, cerca de Amstetten. El sexto hijo con vida de Elisabeth (un séptimo murió al poco de nacer), el más mayor de todos, Kerstin, de 19 años, continúa en la UCI en coma inducido con respiración asistida y su pronóstico sigue siendo reservado. La chica fue hospitalizada en estado crítico el pasado 19 de abril debido a una enfermedad genética propia del incesto.

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Sobre la vida en común de Elisabeth, sus cinco hijos y su madre Rosemarie, Kepplinger ha contado que todos ellos comparten un espacio aislado en la clínica Amstetten-Mauer, de unos 70 metros cuadrados y con los cristales oscurecidos para facilitar la adaptación a la luz de los tres encerrados en el zulo: Elisabeth y sus dos hijos varones, Stefan, de 18, y Felix, de cinco.

"Todos los miembros de la familia hablan mucho entre ellos, algo normal para personas que no se han visto durante mucho tiempo", ha precisado Kepplinger, que ha explicado que realizan juntos ciertas tareas domésticas, como hacer la cama por las mañanas así como preparar el desayuno y la cena.

Elisabeth, Stefan y Felix tienen "dificultades para orientarse con el espacio", después de haber vivido en un exiguo zulo de 55 metros cuadrados. Kepplinger ha explicado que han dotado al lugar en el que están con los elementos que ya conocían y que les había proporcionado su padre-abuelo secuestrador. "Tienen de nuevo un acuario y, naturalmente, los niños han recuperado sus peluches y sus juguetes", ha dicho el responsable médico. "Es esta una fase de creación del sentimiento y la imagen familiar" en la que "los hermanos que no se habían visto se están conociendo por medio de juegos", ha agregado Kepplinger.

Felix, el menor de los hermanos, ha sido descrito como un niño especialmente "despierto y amigable" cuya piel está adquiriendo un tono normal gracias a la alimentación sana y el contacto con la luz.

El ritmo de adaptación de los tres encerrados es más pausado debido a que "el tiempo transcurría muy lento" en el zulo, y Elisabeth necesita varias siestas para poder sobrellevar el día a día.

Nueve años en 35 metros cuadrados

El acusado inició la construcción del sótano en el año 1978 y lo terminó en 1983, ha informado hoy el jefe de la policía regional de Baja Austria, Franz Polzer, en la misma rueda de prensa de Kepplinger en Zeillern. La principal habitación subterránea, en la que Elisabeth estuvo recluida durante los primeros nueve años de su calvario, tenía 35 metros cuadrados, ha indicado Polzer. En 1993, y tras el nacimiento del cuarto hijo fruto de las relaciones incestuosas, Fritzl amplió el escondite hasta unos 55 metros cuadrados, ha agregado.

Josef Fritzl encerró en 1984 a Elisabeth, que tenía entonces 18 años, y la violó sistemáticamente.

Polzer ha precisado que a la primera habitación se accedía durante los primeros nueve años a través de una puerta que pesaba unos 500 kilos, que tuvo que ser reemplazada posteriormente por otra más liviana. Hoy en día el zulo cuenta con ocho puertas y varios mecanismos electrónicos instalados por Fritzl, que Polzer no ha precisado.

El portavoz de la fiscalía de Baja Austria, Gerhard Sedlacek, ha informado de que la juez encargada del caso se entrevistará con el acusado por primera vez el miércoles próximo.

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