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ECOLOGÍA

El barco gallego "Xurelo" fue testigo de la descarga de residuos radiactivos

El barco gallego Xurelo, en el que viajan autoridades municipales de Esquerda Galega y miembros del colectivo ecologista Natureza y de la Sociedad Gallega de Historia Natural, se situó ayer junto a los dos barcos holandeses que descargaban residuos radiactivos en la Fosa Ibérica, a 315 millas de Finisterre.El barco gallego, que ha relevado al buque ecologista Sirius, que por avería tuvo que abandonar su misión, ha filmado y fotografiado la actividad de los barcos holandeses, que viajan protegidos por una fragata de la armada de dicho país, de matrícula F-812.

El Xurelo zarpó el pasado lunes, y en su viaje ha ido emitiendo intermitentemente mensajes por radio en idiomas gallego, castellano e inglés. Los mensajes decían textualmente: «Nos dirigimos a la fosa marina del Atlántico, donde los barcos Louise Smits y Kristen Smits van a depositar residuos radiactivos. Venimos en nombre de Galicia y de todos los pueblos que quieren una vida en paz, El Atlántico es una fuente de vida y de riqueza. El Atlántico es una señal de identidad para Galicia y para muchos otros pueblos. El Atlántico debe ser símbolo de vida, y no de muerte».

Al parecer, en la noche del martes, la Ayudantía de Marina de Ribeira había ordenado el regreso del Xurelo, pero la orden fue posteriormente revocada, y el barco pudo llegar hasta los cargueros holandeses. El Xurelo regresará a puerto el próximo sábado, entre las cuatro y las seis de la tarde, y al parecer se ha previsto un recibimiento multitudinario, con asistencia de autoridades municipales gallegas y de representantes de numerosos grupos ecologistas.

Comunicado de la Federación de Amigos de la Tierra

Por su parte, la Federación de Amigos de la Tierra (FAT) ha hecho público un comunicado en el que alude a la «justificada alarma que el reiterado vertído de residuos radiactivos europeos, a poco más de trescientas millas de las costas gallegas, está produciendo». En la nota, la FAT recuerda que la imposibilidad de deshacerse de los peligrosos y abundantes residuos creados por la utilización de la energía nuclear es uno de los problemas que mayor oposición ha generado en medios científicos, ecologistas y ciudadanos en general. Más adelante, el escrito critica la utilización de los cementerios marinos, ya que se han detectado fugas en los bidones que contienen los residuos, con el consiguiente efecto sobre la fauna y la flora marinas.Según la FAT, lal 70.000 toneladas ya vertidas en el cementerio del Atlántico amenazan con multiplicarse aceleradamente, por lo que España corre el riesgo de sufrir las consecuencias de los residuos nucleares de media Europa. La FAT finaliza su comunicado aludiendo a la «escandalosa inhibición de las autoridades gubernanientales» y solicitando una concienciación de los partidos, centrales sindicales, asociaciones ciudadanas y población en general» ante un atentado de imprevisibles consecuencias, que corre el riesgo de ser deliberadamente ocultado, aprovechando su coincidencia con los debates del aceite de colza y de la OTAN ».

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