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El Gobierno aprueba construir el primer sincrotrón del sur de Europa

El acelerador se ubicará en Cataluña y costará 120 millones de euros

Miquel Noguer

El Consejo de Ministros dio ayer luz verde a la construcción del primer sincrotrón del sur de Europa en la Universidad Autónoma de Barcelona. Este gran acelerador de partículas, que permite ver las estructuras moleculares, supondrá la inversión de 120 millones de euros (unos 20.000 millones de pesetas) y sus promotores confían en ponerlo en marcha en 2008. Gracias a las múltiples aplicaciones de esta instalación se podrá dar servicio a 750 científicos de 160 grupos de investigación.

Los sincrotrones son aceleradores de partículas que producen una luz muy pura, capaz de penetrar en la materia. De esta forma, se convierten en una herramienta fundamental en sectores industriales como el análisis de moléculas o el diseño de microcircuitos. La luz producida por el sincrotrón será utilizable en un rango de energías de hasta 25 kilo electronvoltios (KeV), es decir, que la energía del acelerador se sitúa en el rango de 2,5 giga electronvoltios (GeV).

El acelerador de electrones dibujará una circunferencia de 250 metros, por lo que su construcción requiere una gran superficie de terreno. El campus de la Universidad Autónoma de Barcelona, situado a 15 kilómetros de la capital catalana, acogerá la instalación en un terreno de siete hectáreas. Esta universidad ya posee desde hace diez años un laboratorio de luz del sincrotrón que trabaja en el diseño del proyecto.

Pero la comunidad científica no será la única en beneficiarse de esta instalación. El Gobierno catalán y el rector de la Universidad Autónoma Carles Solà esperan que la brillante luz del sincrotrón atraiga laboratorios farmacéuticos y empresas alimentarias para el desarrollo de nuevos productos. La industria de los cosméticos también puede beneficiarse del sincrotrón para aumentar la eficacia de geles y cremas. Carles Solà aseguró que la instalación 'sobrepasará totalmente los límites de la Universidad y de España, ya que estará abierta a científicos de todas partes'.

Con el acuerdo del Consejo de Ministros se cierra una etapa en la que el sincrotrón ha centrado un acalorado debate político entre la Generalitat y el Gobierno central. El proyecto arrancó en 1992 impulsado por el físico teórico Ramon Pascual. En enero de 1993 se presentó el primer proyecto de viabilidad, que fue apoyado por el Gobierno del PSOE. Sin embargo, su desarrollo chocó con la falta de fondos y el modelo de financiación. Ante las dudas del Gobierno central, el ejecutivo de Jordi Pujol incluso se planteó llevar a cabo el proyecto en solitario. No fue así y, finalmente, se ha acordado que los 120 millones de euros que harán falta para ponerlo en marcha serán aportados a partes iguales por el Gobierno central y el autonómico.

Actualmente, los investigadores españoles necesitan trasladarse hasta Grenoble (Francia), donde está situado el sincrotrón de última generación más próximo a España. El consejero de Universidades de la Generalitat, Andreu Mas-Collell expresó ayer su 'gran satisfacción' por el acuerdo y recordó que el convenio que firmarán la semana que viene Generalitat y Administración central 'culmina un largo proceso de negociación, que ha durado varios años'.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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