El Gobierno cree imposible que un nuevo Ejecutivo pueda frenar el cierre de Garoña
Los pasos previos para revocar la clausura hacen difícil que se pueda llevar a cabo en solo un año por el nuevo Gabinete elegido en 2012, según De la Vega
El Gobierno no cree posible que en la práctica un nuevo Ejecutivo pueda revertir la decisión del actual de cerrar la central nuclear de Garoña, tal como ha prometido que hará Mariano Rajoy si gana las próximas elecciones. El cierre "completo y definitivo" de la planta ha sido fijado para 2013, pero todos los pasos previos necesarios para llevarlo a cabo hacen muy difícil que el Gobierno surgido de las urnas sólo un año antes pueda cambiar la situación. "Creo que jurídicamente tampoco sería admisible", ha dicho este mediodía la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, tras el Consejo de Ministros.
Según ha expuesto De la Vega, el cierre de la central conlleva una serie de actuaciones previas a su cese que precisamente justifican que se retrase hasta 2013, además de un plan para reindustrializar la zona y que no se pierdan empleos. "Garantizar un futuro sin incertidumbre, seguro y próspero" para los habitantes de esta zona de Burgos, ha manifestado De la Vega.
La vicepresidenta ha explicado que el Ejecutivo pondrá en marcha un plan de dinamización social y de empleo para el área de Garoña que estará listo en tres meses y que se desarrollará entre 2010 y 2013. Asimismo, el Ministerio de Industria abrirá en octubre las bases de una convocatoria específica de ayudas, que se repetirá cada año hasta 2013, con un monto de 100 millones de euros. De la Vega ha mostrado su confianza en que el Ejecutivo podrá conseguir fondos de la Unión Europea para costear un proyecto tan "ambicioso" como este.
"Ya sabemos que a Rajoy no le gusta nada de lo que haga el Gobierno", ha afirmado en referencia a la promesa del líder del PP de frenar el cierre de la nuclear si llega a La Moncloa. La decisión es "irreversible", ha aseverado.
