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El Gobierno proyecta un parador en Garoña para paliar el desempleo

La Moncloa estudia alargar la vida de la central hasta la próxima legislatura

El Gobierno estudia construir un Parador de Turismo en el entorno de Garoña, dentro del plan para evitar que el cierre de la central nuclear hunda económicamente la zona. Fuentes socialistas confirman que esa es una de las ideas -junto a un polígono industrial con firmas de I+D- que se barajan para la comarca. La noticia la adelantó Cuatro. Rafael González, alcalde del Valle de Tobalina, en el que se encuentra la central, calificó de "demencial" la idea. El Gobierno planea desvelar hoy su plan para la nuclear. Y aunque Zapatero siempre dio a entender que la cerraría en 2011, cuando cumple los 40 años para los que fue diseñada inicialmente, cada vez más voces en el PSOE y el Gobierno apuestan que permitirá a la central funcionar hasta 2013 con un "cese definitivo de la actividad" en ese momento.

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Aunque se anuncie como cierre, esto en la práctica supone posponer el debate hasta la próxima legislatura y dar satisfacción a la industria nuclear. Las eléctricas conseguirían superar los 40 años de vida que Zapatero fijó como tope de funcionamiento para las centrales. Además, confían en que en 2013 un Gobierno socialista tendría aún menos argumentos para cerrarla. Si entonces gobierna el PP la mantendría.

Si la central vive hasta 2013 será un triunfo del ministro de Industria, Miguel Sebastián, que ha esgrimido las encuestas para estirar la operación de la central. La última la hizo pública ayer el Foro Nuclear. Según ésta, realizada por Ipsos, el 52% de los encuestados apoya una prórroga de 10 años.

Fuentes del Ejecutivo explican que son conscientes de que con la fecha de 2013, quedarían mal con todo el mundo. Con los ecologistas -Greenpeace ayer advirtió de que sería una concesión "al lobby nuclear"- y con las empresas, que denunciarían la inseguridad jurídica. Además, ha sido el propio Zapatero quien las últimas semanas ha apuntado abiertamente al cierre en 2011.

La decisión del Gobierno de apurar el plazo para decidir sobre Garoña se le está volviendo en contra. El desconcierto cunde entre los socialistas, que no tienen respuestas ante la sucesión de anuncios parciales. El último capítulo de vaivenes se produjo ayer cuando una técnico del Ministerio de Industria convocó esta tarde a los portavoces de Empleo e Industria en el Congreso para anunciarles su decisión. Horas después anuló la reunión ante las críticas de la oposición por las formas.

La última la del Parador, una instalación que depende de la empresa pública y cuyo presidente, Miguel Martínez, es leonés y amigo de Zapatero. El Ejecutivo sí ha insistido en que el empleo no se resentirá en la zona, ya que el desmantelamiento de la central da trabajo durante una década.

La posibilidad de recibir un Parador fue recibida con sarcasmo. "Nos van a poner a servir copas", ironizó un empleado de la central, propiedad de Endesa e Iberdrola al 50%. El alcalde de la localidad fue en el mismo sentido: "Es demencial. Que hagan un parador y que dejen la central otros 10 años. Y si ponen el Parador a 40 kilómetros que se lleven allí los residuos nucleares".

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