Hacienda quiere recortar un 6% la subvención de RTVE

El plan de ajuste económico diseñado por el Gobierno llega RTVE. El Ministerio de Economía y Hacienda ha propuesto al presidente de la corporación de radio y televisión, Alberto Oliart, recortar este año la subvención estatal en 35 millones de euros (en torno al 6% de la aportación procedente de los Presupuestos Generales). Esta reducción vendría a agravar la delicada situación financiera por la que atraviesa el grupo audiovisual, que, con una plantilla de 6.400 trabajadores, alimenta siete canales de televisión y cinco emisoras de radio, además de una página web. Cuenta para ello con un presupuesto total, sumando todas las fuentes de ingresos, de 1.200 millones de euros. De esta cantidad hay que descontar unos 100 millones por el pago del IVA.

El Gobierno propone a Oliart una reducción de 35 millones anuales

Pero las cosas pueden complicarse. El ritmo de ingresos no está siendo el previsto, según señalan fuentes del grupo. Para este año, el primer ejercicio completo sin publicidad en Televisión Española, el Estado contemplaba otorgar a la corporación 580 millones de euros procedentes de las arcas públicas. Pero el grupo audiovisual -como los ministerios, las comunidades autónomas o las empresas públicas- no se salvará del tijeretazo.

Inicialmente, Hacienda había planeado reducir la aportación en 70 millones, pero Oliart "ha conseguido que sean 35", según apuntan fuentes de la corporación, después de mantener varias reuniones con altos responsables de Hacienda, entre ellos el secretario de Estado, Carlos Ocaña. En las últimas semanas, Oliart ha emprendido un periplo por altas instituciones para intentar obtener como sea fondos con los que hacer frente a los gastos operativos, poner en marcha los nuevos canales de TDT (entre ellos, uno en alta definición) y llenar la despensa de contenidos.

RTVE atraviesa en 2010 un cambio radical en su modelo de financiación. El fin de la publicidad en TVE supone que el grupo deja de ingresar en torno a 500 millones de euros (el año pasado, recaudó 419 millones pese al efecto de la crisis del sector y a las restricciones para emitir anuncios durante el tercer trimestre). Para compensar esta menor presión en el mercado publicitario, el Estado dio a RTVE un crédito extra que, unido a la subvención ordinaria, representaba un total de 700 millones.

El actual ejercicio es la prueba de fuego del nuevo modelo de financiación, aprobado por el Parlamento hace un año. A cambio de no emitir publicidad, RTVE recibirá fondos del Estado procedentes de la tasa que las televisiones, las radio o las empresas de telefonía pagan por la utilización del espacio radioléctrico. Y completará sus ingresos con el impuesto que grava a las cadenas privadas y a las operadoras de telecomunicaciones.

Pero, de momento, las cuentas no le cuadran a Oliart. Por un lado, se prevé que la recaudación de la tasa radioléctrica sea inferior a la prevista, según los datos del Ministerio de Industria. Por otro, las televisiones privadas y las telecos están demorando los pagos que les corresponden (unos 260 millones en total).

Por ley, las televisiones privadas están obligadas a contribuir a la financiación de la estatal con el 3% de sus ingresos (el 1,5% en el caso de las cadenas de pago), mientras que el gravamen de las telecos se sitúa en el 0,9%. El problema para RTVE es que todavía no ha recibido un euro de ninguno de los dos sectores. Las privadas han recurrido en Bruselas su nuevo impuesto y la tasa de las operadoras de telecomunicaciones está siendo analizada por la comisaria de Agenda Digital, Neelie Kroes. Este expediente aún no ha sido resuelto, aunque el Gobierno español confía en que finalmente la Comisión Europea avale en todos sus términos el modelo financiero de RTVE.