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Hungría anuncia la reapertura de MAL

MAL, la fábrica de aluminio que provocó el vertido de lodo tóxico la semana pasada en el oeste de Hungría, volverá a operar hoy o mañana. El Gobierno, que mantendrá durante al menos dos años bajo su control a la empresa responsable de la catástrofe por la que han fallecido nueve personas, aseguró ayer que la reapertura es segura. Las últimas revisiones no han mostrado más daños en el ya deteriorado muro de la presa que contiene los residuos tóxicos, aseguraron.

Este anuncio se produce después de que un tribunal húngaro decidiese la puesta en libertad de Zoltán Bakonyi, director de MAL, que fue detenido el pasado lunes y acusado de manera cautelar de ser el responsable de la muerte de varias personas, crear un peligro público y de causar incontables daños.

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"Hemos dado permiso preliminar a la empresa para que vuelva a recalentar la central eléctrica que suministra a la fábrica. Dejarla fría demasiado tiempo habría provocado daños valorados en miles de millones de forint", declaró ayer Gyorgy Bakondi, comisario húngaro de Desastres. Bakondi aclaró que el Estado mantendrá a MAL bajo su control hasta que pague el coste de la operación de limpieza de la zona afectada, que está financiando por adelantado el Gobierno húngaro. Unas operaciones de recuperación que pueden llegar a costar, explicó Bakondi, decenas de millones de dólares.

Negligencia humana

La zona trata de recuperar la normalidad. Ayer, las autoridades cancelaron la alerta de evacuación que estaba en vigor desde el pasado sábado en Devecser ante el riesgo de que se produjese una segunda riada de lodo tóxico. La catástrofe ecológica, que ya ha causado más de 130 heridos y nueve fallecidos -el último de ellos murió ayer tras varios días en el hospital-, se produjo, según el primer ministro húngaro, Viktor Orban, que visitó ayer la zona, por una negligencia humana.

Además, aumentan las pruebas que indican que la empresa conocía el alto riesgo de rotura del muro que rodeaba la balsa de contención de residuos. La oficina central de investigaciones cuenta con más de 20 testimonios contra el director de MAL; y varios empleados de la empresa -que tiene más de 1.100 trabajadores- han revelado que fueron amenazados con ser despedidos si informaban del mal estado de la balsa.

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