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La Iglesia católica recauda 11 millones más del IRPF

El 34% de los contribuyentes marcó la casilla de los obispos

Más de siete millones de españoles (7.195.155) marcaron la casilla de la Iglesia católica en la última declaración de la renta, correspondiente al año fiscal de 2008. Esta cifra representa a uno de cada tres contribuyentes (el 34,31%), que han supuesto un ingreso de 252,6 millones de euros para la confesión mayoritaria en España. El porcentaje de contribuyentes que ha respaldado a la Iglesia católica se mantiene prácticamente estable si se compara con el ejercicio anterior (en 2007 tributaron en su favor el 34,38%).

Sin embargo, la cantidad recaudada por el IRPF de 2008 suponen 11 millones de euros más que los que la Iglesia católica captó el año anterior e incrementa en 237.143 el número de españoles que eligieron esta opción, una de las que permite el Ministerio de Hacienda (otra destina la asignación a fines sociales).

El porcentaje que opta por la entidad religiosa se mantiene en el 34%

Al mantener su porcentaje de fieles estable en torno a un tercio de los contribuyentes, la Iglesia católica se beneficia del crecimiento de la base de cotizantes y del aumento de la recaudación en 2008, cuando el impacto de la crisis económica no fue tan notable como en 2009. Las cifras generales del IRPF de 2008 aún no son públicas.

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, dijo ayer que los 252,6 millones servirán para el sostenimiento de las actividades básicas de la Iglesia "en niveles de eficiencia y austeridad". En España hay 69 diócesis y 22.000 parroquias, cuyo funcionamiento depende en gran parte de los impuestos de los ciudadanos.

Desde que se implantó el nuevo sistema de cesión del IRPF a la Iglesia católica, la recaudación ha ido en aumento. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero acordó una nueva fórmula de financiación eclesiástica en 2006. El 1 de enero de 2007 entró en vigor. Hasta entonces, la Administración destinaba a esta confesión una cantidad a cuenta (13 millones al mes en 2006) y se ajustaba la cifra final en función de los tributos.

A partir del nuevo acuerdo, el porcentaje del 0,5% del IRPF que se podía destinar a la Iglesia se elevó hasta el actual 0,7%. Al tiempo, el Estado retiró la subvención directa con la que hasta entonces venía redondeando las finanzas del clero. La jerarquía católica destinó a partir de entonces grandes inversiones (en torno a tres millones de euros al año) en campañas de imagen y publicidad para explicar el nuevo sistema de financiación.

El incremento del coeficiente al 0,7% fue acompañado de la eliminación de la exención del IVA, una exigencia de la Comisión Europea. Con el cambio de sistema, el Estado no garantiza ya ningún mínimo para el sostenimiento de la Iglesia, aunque la cantidad total excede la anterior. Los contribuyentes pueden marcar la casilla en su declaración de la renta sólo para la Iglesia católica o bien conjuntamente para esta confesión y otros fines sociales.

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