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La Iglesia prohíbe ejercer a un cura por supuesto abuso de menores

El obispado de Mallorca comunicó ayer que "ha prohibido el ejercicio público de su ministerio" a un sacerdote supuestamente implicado en abusos sexuales a menores ocurrido en 1998. El cura ha sido "apartado de su oficio pastoral". La nota oficial, que no identifica al sacerdote, "defiende su presunción de inocencia".

El obispo de Mallorca, Jesús Murgui, ordenó el inicio de un proceso interno, con aportación de testimonios de las supuestas víctimas, después de la emisión del documental Els monstres de casa meva (Los monstruos domésticos) emitido por TV3. El informe recogía el testimonio del periodista Mateu Ferrer, que afirmó que en 1998, siendo catequista de la parroquia de Can Picafort, fue testigo de un caso de supuesta pederastia cometido por el párroco.

Ferrer narró que vio al sacerdote reclinado en el sofá junto a una niña de 10 años semidesnuda. El catequista lo denunció y recibió presiones del obispado. Casi 13 años después, el cura seguía al frente de la parroquia. Ayer fue apartado de su funciones de párroco de Can Picafort y Pollença.

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