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Investigador y negociante

Si algo no se le puede discutir a Craig Venter es su voluntad de estar en la vanguardia de la ciencia. Y de hacerlo por libre. Tampoco su propósito de ganar dinero con ello. Nacido en Salt Lake City (Utah) el 14 de octubre de 1946, Venter se hizo famoso hace una década, cuando emprendió una carrera contra el todopoderoso National Institute of Health (NIH) para ver quién era el primero en descifrar el genoma humano. La lucha acabó en tablas, y ambos consorcios, NIH y Celera Genomics, presentaron conjuntamente sus resultados el 26 de junio de 2000.

Pero el éxito científico no fue acompañado del económico. Así que en 2002 Venter se embarcó en otro proyecto: crear vida artificial copiando el genoma de bacterias. El último paso de esta aventura es el que presentó ayer. Su idea, como siempre, es rentabilizarla más allá del reconocimiento académico. Por ejemplo, creando bacterias sintéticas que fabriquen fármacos. Esa será la siguiente etapa.

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