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El temor al SIDA provoca brotes de racismo en Japón

La mayoría de las jóvenes filipinas son controladas sanitariamente al llegar a Tokio

La psicosis desatada en Japón por el SIDA alcanza casi cotas de racismo. Los gaijines (extranjeros) son considerados los portadores del virus. Se teme cortar el pelo a los norteamericanos, y las mujeres filipinas, por ejemplo, son retenidas en la aduana y obligadas a pasar un examen médico como una de las primeras medidas para obtener "información exacta" de quiénes pueden ser portadores del mortal virus. La cotización bursátil de las empresas productoras de preservativos está subiendo antes del aumento del consumo nacional y de las exportaciones.

"Los extranjeros son los principales portadores del SIDA, porque es una enfermedad que procede del exterior de Japón", comenta una joven nipona en un bar de Roppongi, barrio de diversión preferido por los gaijines (calificativo, entre cariñoso y racista, con el que se denomina al extranjero en Japón), al aludir a los problemas de la enfermedad viral.Aids'jin, juego de palabras entre la abreviación en inglés de SIDA y la terminología de gaijin, es el calificativo que muchos nipones dan hoy a los extranjeros en Japón. Se llega incluso al extremo de que en zonas cercanas a las bases norteamericanas instaladas en Japón se niegan, en algunos establecimientos, a cortar el cabello a los extranjeros, por temor a contraer el SIDA.

La interpretación popular japonesa de que el SIDA es traído por los gaijines contrasta con la afluencia, en muchos casos, de japoneses en los hoteles-prostíbulos de Manila o de Bangkok. En relación con los ciudadanos filipinos, la mayoría de jóvenes filipinas que llegan a Tokio -para alimentar, entre otras labores, la mayoría de casas de masajes o de circuitos de prostitución japoneses- son retenidas, generalmente para examen, en los controles sanitarios previos al pase del control de pasaportes.

Tras el fallecimiento de una mujer de vida alegre víctima del SIDA en la ciudad de Kobe, la Prensa destacó con gran énfasis que había permanecido temporadas en el extranjero. Las autoridades determinaron que un centenar de clientes habían pasado por los servicios de la mujer que falleció del SIDA, lo que desencadenó una operación en Kobe de control de sangre para determinar las personas que habían podido contraer la mortal enfermedad.

Control

Hasta el momento, un total de 7.363 personas se han sometido al control, incluidas unas 700 mujeres, trabajadoras de "establecimientos orientados al sexo", como definen púdica mente en la Prensa nipona la profesión más antigua del mundo.El Ayuntamiento de Kobe ha ordenado la distribución de 40.000 folletos explicativos del SIDA, incluso en las escuelas, aconsejando las medidas preventivas para reducir el contagio, entre los que destaca la utilización sistemática de preservativos. últimamente las cotizaciones bursátiles de las firmas japonesas fabricantes de preservativos han subido como la espuma no sólo por su incremento en el mercado japonés sino también por sus aumentos en los mercados exteriores.

Las autoridades japonesas desean aplicar rápidamente una ley que pueda determinar a las personas infectadas por el virus del SIDA. Por su parte, los científicos reunidos en Tokio el pasado fin de semana insistieron sobre la importancia de las medidas preventivas, incluida una enmienda en la actual ley japonesa de prevención contra enfermedades infecciosas, que permita ejercer controles capaces de "obtener información exacta sobre los portadores del SIDA".

El primer ministro japonés, Yasuhlro Nalcasone, ha manifestado que piensa plantear el problema mundial del SIDA cuando el próximo mes de junio se reúna, en Venecia (Italia), con sus colegas de las siete primeras petencias del mundo industrializado, en su tradicional cumbre económica anual.

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