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Juicio contra la petrolera Shell por la muerte del poeta nigeriano Saro-Wiwa

John Major, cuando era primer ministro británico, calificó la ejecución del poeta Ken Saro-Wiwa y de otros ocho activistas medioambientales en Nigeria como un "asesinato judicial". Han pasado 14 años. Y ahora es un tribunal en Nueva York el que debe decidir si la petrolera Royal Dutch Shell fue cómplice. El caso puede sentar un precedente a la hora de juzgar en EE UU crímenes contra la humanidad cometidos en el extranjero.

El juicio arranca hoy tras una larga década de campaña de sus familiares buscando justicia. Saro-Wiwa estaba al frente de las masivas protestas organizadas por los ogonis en 1993. Querían denunciar el daño sobre el delta de Níger de la actividad petrolera. Las grandes compañías se vieron forzadas a abandonar la región, porque temían por la seguridad de sus empleados. Desde hace 14 años no sale una gota de hidrocarburos de esas tierras.

El choque se extendió por varias comunidades locales. Para restaurar el orden, el Gobierno militar de Sani Abacha mandó al Ejército. Saro-Wiwa fue arrestado en 1994 junto a otros líderes del Movimiento por la Supervivencia del Pueblo Ogoni (Mosop, en sus siglas en inglés) acusados de asesinato. Tras ser juzgados, fueron ejecutados en noviembre de 1995. La condena internacional hacia la ejecución de "los nueve de Ogoni" fue rotunda.

El juicio reúne a víctimas de torturas y familiares de siete de los ejecutados, entre ellos el hijo del activista, Ken Wiwa, y su hermano, Owens. Esperan que el caso aporte una solución a los problemas que azotan a la región y, como su familiar, quieren conseguir un compromiso mayor de las petroleras para trabajar con las comunidades locales.

Shell, que desde hace años desarrolla su propia campaña de limpieza de imagen por este caso, niega que haya tenido algo que ver en la ejecución. Es más, responde a las acusaciones diciendo que intentó "persuadir al Gobierno para que se diera clemencia a los culpables". "Creemos que las evidencias mostrarán claramente que Shell no fue responsable de estos trágicos eventos", remachan.

La legislación estadounidense permite a ciudadanos extranjeros demandar a compañías multinacionales registradas o que tengan operaciones en EE UU. Chevron ya pasó por el banquillo de los acusados por un caso similar, que se resolvió a su favor.

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