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La Junta pide a la fiscalía que investigue la introducción del siluro en la cuenca del Guadalquivir

Andalucía reconoce que este enorme pez de agua dulce pone en peligro la supervivencia de especies autóctonas

La Consejería de Medio Ambiente andaluza ha decidido remitir a la Fiscalía de Delitos Ambientales del Tribunal Superior de Justicia el informe sobre la introducción ilegal de siluros en el pantano de Iznájar, ubicado en la cuenca del Guadalquivir. Este pez de agua dulce, el de más tamaño de Europa, es un voraz depredador, "lo que pone en peligro la supervivencia de otras especies autóctonas". Según el Gobierno andaluz, esta especie "ha sido introducida ilegalmente en este embalse", por lo que reclama a la fiscalía que investigue si se ha cometido un delito.

Los grupos ecologistas e investigadores temen que el siluro, que puede alcanzar los dos metros de longitud y los 100 kilogramos de peso, acabe colonizando el resto de la cuenca del Guadalquivir y el tronco principal del río. Esta especie invasora, que procede del este de Europa y el oeste asiático, no se había detectado hasta este verano en Andalucía. Donde primero se introdujo a mediados de los años setenta, fue en el río Segre. De ahí se extendió al resto de la cuenca del Ebro y hoy está presente también en la del Tajo.

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En el Ebro se ha creado una pequeña industria turística alrededor de la pesca deportiva de esta especie, a la que británicos y alemanes son muy aficionados. La Consejería de Medio Ambiente pretende que no ocurra lo mismo en Andalucía. Por eso, además de vetar la pesca de siluros en Iznájar (en el caso de una captura accidental se tendrá que extraer del pantano y notificarlo a la Junta), también se ha prohibido la utilización de las artes que se emplean para la captura de las grandes piezas, la modalidad de carpfishing.

El Comité de Pesca del Consejo Andaluz de Biodiversidad, que se reunió ayer por la tarde, también acordó la creación de un grupo de trabajo que estudiará las actuaciones que se pueden acometer para erradicar al siluro del pantano. Sin embargo, los expertos consultados por este periódico creen casi imposible que se pueda lograr, debido, entre otros asuntos, a que el pantano de Iznájar es el de mayor tamaño de Andalucía y sirve para el abastecimiento humano y el riego. La consejería también ha reconocido hoy que, en las zonas en las que lleva años presente, "los esfuerzos han sido hasta el momento infructuosos debido tanto a su elevada capacidad de supervivencia ante las condiciones adversas como a su gran voracidad".

Los rumores de la presencia del siluro en el pantano de Iznájar llevaban circulando desde hace años entre pescadores y vecinos. Sin embargo, no fue hasta el verano de este año cuando se certificó oficialmente la presencia de esta especie. Un equipo de pescadores coordinado por la Junta de Andalucía capturó un juvenil de siluro el pasado 20 de julio. La Universidad de Córdoba fue la encargada de ratificar que se trataba de un ejemplar de siluro. En el informe elaborado por el catedrático Carlos Fernández-Delgado, se señala que "dado su tamaño y sus hábitos predadores, el siluro supone un riesgo elevado para la abundancia y supervivencia de peces nativos y otros vertebrados (anfibios, aves y pequeños mamíferos)".

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