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El sistema de Rubbia para eliminar residuos nucleares da su primer paso en Aragón

Organismos españoles e italianos crean una empresa para construir un prototipo

Con participación de instituciones y de empresas pública y privadas, españolas e italianas, se constituyó ayer en Zaragoza la empresa Laboratorio del Amplificador de Energía SA (LAESA) para promover el desarrollo de un prototipo del sistema de eliminación de residuos nucleares y producción de energía ideado por el premio Nobel de Física italiano Carlo Rubbia. "El objetivo es crear una instalación de investigación que puede estar lista en cinco años, con un centenar de expertos trabajando en ella y un coste de 20.000 millones de pesetas", declaró ayer Rubbia en Zaragoza.

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Un proyecto a escala de tiempo nuclear

El Gobierno de Aragón y su presidente, Santiago Lanzuela, entusiasta defensor del proyecto desde hace meses, lo definió como "un auténtico reto de investigación y desarrollo" y anuncio que se producirán conversaciones inmediatas entre los ministros de Industria de España y de Italia para colaborar en el mismo.LAESA está constituida por 60 socios, incluidos dos grupos industriales italianos, con un capital inicial de 250 millones de pesetas y en el que están representadas las industrias eléctricas españolas a través del Ciemat, explicó Miguel Angel Hidalgo, presidente de la nueva empresa y de la Confederación Regional de Empresarios de Aragón (CREA), promotora del proyecto.

Básicamente, el amplificador de energía (AE) es una instalación en la que mediante un acelerador de partículas -de protones de alta energía- se induce la fisión nuclear a partir del combustible (torio) y uranio, en un reactor subcrítico, a diferencia de los reactores nucleares existentes, lo que supone el un alto nivel de seguridad intrínseca del sistema. Esto permite quemar residuos radiactivos generados en los reactores nucleares de agua ligera, han explicado los investigadores.

Proyecto internacional

"Hemos hecho la investigación desde el punto de vista de la física fundamental y estoy satisfecho, ahora hay que dar el paso hacia un prototipo creíble desde el punto de vista industrial", comentó Rubbia, científico del Laboratorio Europeo de Física de Partículas CERN (junto a Ginebra), al tiempo que destacó la necesaria dimensión internacional del proyecto.El prototipo de investigación del AE, a construir en Aragón tendrá 100 megavatios térmicos, siguiendo las recomendaciones de Euratom, es decir, será cinco o 10 veces más pequeño de lo que serían en el futuro las instalaciones ya de tipo industrial. Éstas, recalcó el premio Nobel italiano, deben situarse junto a las centrales nucleares que originan los residuos para evitar el traslado de éstos.

Según un reciente estudio del equipo de Rubbia, en el que hay una importante participación de investigadores españoles, cinco unidades AE de dimensiones industriales serían capaces de eliminar los residuos (10.000 toneladas) generados en 40 años en las nueve centrales nucleares en operación actualmente en España, de manera que al final del proceso quedaría un volumen de residuos de baja actividad A (de tipo hospitalario y de laboratorio, especifica Rubbia) comparable a la capacidad de almacenamiento del cementerio de El Cabril.

Con el AE se trata de quemar todos los elementos actínidos, como el plutonio. "Además el AE nos permitiría extraer toda la energía de los residuos, que ahora se pierde, lo que supone, en el caso español, el equivalente energético al 8% del consumo primario del país y a todo el gas natural importado", explicó el físico italiano.

Debate en Aragón

El apoyo de Lanzuela (PP) al proyecto ha suscitado controversias políticas en la Comunidad Autónoma. Ayer, en una comparencia del presidente ante el Pleno de las Cortes de Aragón respecto al AE, el grupo socialista reclamó el debate político sobre el proyecto y planteó por qué no se ha pedido el respaldo de las Cortes a la participación del Gobierno aragonés, que asciende a 20 millones de pesetas.Lanzuela destacó que el desarrollo del prototipo va a producir un foco tecnológico en Aragón, donde "hay un buen nivel de investigación en la universidad"; afirmó que el prototipo no tiene riesgo alguno, pero comentó que el proyecto había recibido críticas desde "el fundamentalismo medioambiental y desde el fundamentalismo nuclear".

Hidalgo explicó que "el proyecto se plantea como una cooperación internacional y tenemos ahora un mes y medio para acoger a los, últimos accionistas fundadores". Rubbia cedió ayer a LAESA la explotación mundial de la patente del AE.

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